La historia de Grupo Coviñas comienza en 1965 en la localidad valenciana de Requena, cuando diez cooperativas de la zona se unen para crear una destilería. Coviñas nace, pues, como una cooperativa de segundo grado: una gran cooperativa que ampara a una decena de cooperativas de Requena y sus pedanías, Villargordo del Cabriel y Venta del Moro. Desde hace más de una década la entidad está presidida por José Miguel Medina, quien ha configurado un equipo profesional altamente cualificado para llevar a la cooperativa a estar entre las principales bodegas de España. Con él repasamos cómo afronta Coviñas la crisis sanitaria del coronavirus.

Han pasado más de 50 años de la fundación de Coviñas y la entidad habrá vivido todo tipo de situaciones, pero imagino que ninguna comparable a esta. ¿En qué punto se encuentra la cooperativa?

Estamos muy afectados, sobre todo en la parte anímica, ya que por el camino se han quedado algunos de nuestros socios y compañeros, y eso es muy triste. Por lo demás seguimos mirando al futuro, aplicando todas las medidas posibles de prevención e higiene. En Coviñas somos 3.000 viticultores que estamos acostumbrados, cada cosecha, a tener que sobrevivir a alguna tormenta. Recuperarnos va en nuestro ADN.

Los mercados se han paralizado estos últimos meses, ¿en qué medida les está afectando?

En el canal de la restauración nos está afectando de manera muy significativa. Los restaurantes y todo el canal Horeca es quizá una de las partes que más está sufriendo esta situación, y nos duele muchísimo. Vamos a estar a su lado para ayudar en todo lo que esté en nuestra mano. Por fortuna, la fuerza comercial de Coviñas está en otros canales, sobre todo el de la alimentación, y muy diversificado por todo el mundo, lo que implica que en nuestro caso estemos manteniendo cierto ritmo de comercialización.

Pese a todo, están haciendo valer su responsabilidad respecto con sus socios y empleados. ¿Están tomando o van a tomar algún tipo de medidas?

A nivel interno desde el primer momento hemos tratado de dotar a nuestra gente de todo lo necesario. EPIs, desinfección exhaustiva de todas las estancias de la bodega, implementación del teletrabajo en aquellos departamentos que lo permiten... En cuanto a la atención a los socios y clientes, de momento seguimos manteniendo canales de comunicación telemática y por teléfono.

En situaciones como las que se esperan a corto plazo tienen mucha importancia proyectos cooperativos como el de Coviñas, cuya máxima es procurar la mejor renta posible a los viticultores. ¿Cómo pueden hacer para que todo esto afecte lo menor posible a su entorno?

La obligación de una cooperativa de la magnitud de Coviñas es la de ser garante del esfuerzo común. Todo lo que podemos -y debemos- hacer es seguir esforzándonos en elaborar vinos de la mayor calidad posible y defenderlos en los mercados como venimos haciendo hasta ahora. en definitiva generar valor añadido a las cosecha para que nuestros viticultores salgan fortalecidos.

Sobre la entidad recae ahora una responsabilidad enorme, ya que representan el 40 % del sector vitivinícola en la comarca. ¿Qué mensaje envía a los socios de Coviñas?

Que estén tranquilos y sigan como hasta ahora, cultivando sus viñas para que den la mejor uva. Nosotros seguimos trabajando por ellos, por la defensa del territorio. Llevamos medio siglo construyendo el futuro de nuestra comarca y vamos a seguir haciéndolo, reconociendo el esfuerzo, compromiso y trabajo de nuestra gente.