Efe/Levante-emv, Getxo/Valencia

El Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club, contra cuyas instalaciones ETA atentó en la madrugada de ayer con una furgoneta-bomba con 60 kilos de explosivo de un tipo aún por determinar, ejerce formalmente como el club que reta por el Desafío Español para la próxima Copa del América.

Hasta hace un mes, el Desafío representaba al Club Náutico Español con sede en el puerto de Valencia, pero al invalidarlo la Corte Suprema de Nueva York como primer desafiante, por ser lo más parecido a un club fantasma -no tenía ni socios, ni amarres ni domicilio social-, la directiva del Desafío decidió inscribirse por el Náutico del Abra por tener Iberdrola, patrocinador principal, su sede en Bilbao.

El Club Marítimo del Abra tiene sus instalaciones en el puerto de Las Arenas, en Getxo (Vizcaya), y ha sufrido tres atentados terroristas en su historia, en uno de los cuales, en los años 70, su antiguo edificio de madera ardió por completo.

Fundado hace 110 años, el Marítimo del Abra fue seleccionado por el Desafío Español por ser el primero, por orden alfabético, de los clubes que integran la asociación española, además de ser el club representativo de Bilbao, donde tiene su sede social Iberdrola, su principal patrocinador.

Grandes destrozos

La estructura de la sede del Club Marítimo del Abra no ha quedado dañada, según el primer análisis del arquitecto municipal, pese a los grandes destrozos que ha causado en el edificio la explosión de una furgoneta-bomba, comentó el director del club, Javier Chávarri. Los principales daños provocados por la explosión en paredes y mobiliario se han producido en las zonas orientadas hacia el mar de la planta baja y el tercer piso.

Chávarri anunció que la actividad del Club Marítimo, que había sido reformado recientemente, quedará suspendida durante los próximos meses. indicó que en los próximos días la dirección del club se planteará cómo afectará a los 46 trabajadores que componen la plantilla del Marítimo esta suspensión de actividades provocada por el atentado.

Precisamente, un empleado del Club Marítimo del Abra vio a encapuchados que abandonaban una furgoneta en medio del paseo peatonal y carril-bici, informó Javier Chávarri. El trabajador, un marinero que vigilaba los barcos atracados en el muelle del Marítimo, no pudo facilitar detalles de los terroristas por la distancia a la que se hallaba.

No hubo desalojos

Cuando observó a los encapuchados fue al local del club para avisar al responsable de seguridad del Marítimo, quien llamó a la Ertzaintza y ésta le informó de que ya tenía conocimiento de ello por la llamada de ETA a la DYA de Vizcaya a las 23.55 horas.

Cuando estas dos personas salieron fuera del local se encontraron con que la zona ya estaba acordonada por la Ertzaintza, lo que ha provocado las críticas de sus compañeros de trabajo hacia la actuación de la Policía vasca, al no haber desalojado a ambos. La misma denuncia realizó la dueña de una casa colindante con este club, a la que la explosión sorprendió durmiendo, con sus hijos dentro de la casa, sin que hubiera sido desalojada por la Policía vasca.