La disidencia cubana ha aplaudido el mantenimiento, por parte de la Unión Europea, de la Posición Común y ha recordado a los Veintisiete que supediten la posible retirada de este protocolo a la liberación de todos los presos políticos en Cuba y a la derogación de las leyes que permiten la persecución de opositores.

El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CDHRN), Elizardo Sánchez, considera la decisión de la UE una "decisión sabia", porque "no hay razones para levantar la Posición Común debido a la situación de Derechos Humanos que sigue prevaleciendo en Cuba". A su juicio, esta situación es "la peor de toda América Latina".

No obstante, sí ve con buenos ojos que se dejen abiertos "todos los canales diplomáticos" en el marco de una "decisión equilibrada".

En referencia a la postura española en el seno de la UE y en su relación con Cuba, Sánchez se mostró "entristecido" porque el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "está más distante del pueblo cubano que otros gobiernos". En este sentido, citó la actitud de Alemania, Suecia, Países Bajos o República Checa como contraposición a la de España, de la que espera "una mayor cercanía y un mayor compromiso".

Sánchez lamentó que ni el Gobierno español ni la Iglesia cubana, participantes en las conversaciones tripartitas que derivaron en la excarcelación de presos políticos, han tenido "capacidad para proponer nombres", sino que todo depende de la administración cubana.

Por su parte, la portavoz de las Damas de Blanco Berta Soler también celebró que la UE mantenga la Posición Común y subrayó que "en Cuba no ha existido ningún cambio".

"Es muy importante que el Gobierno cubano tenga conversaciones con la UE y se pueda resolver la situación", aseveró, y criticó la postura de España, porque "no está presionando a Cuba en nada".

La dama de blanco lamentó que el ex ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Miguel Ángel Moratinos siempre prefirió "simpatizar" con el régimen de los hermanos Castro. Por este motivo, confía en que con Trinidad Jiménez como jefa de la diplomacia española la postura "sea diferente". Así, le pidió que "escuche a la disidencia", que "tenga en cuenta que no existe sólo el Gobierno" en Cuba.