«A partir de mañana vamos a defendernos, no nos queda otra, aunque creo sinceramente que en la rama valenciana de la causa no hay nada irregular». Así de rotundo se mostró uno de los exaltos cargos y exdirectivos de la Generalitat y de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias encausados en el juicio Nóos que arranca este lunes en los juzgados de Palma de Mallorca. La fuente consultada abundó en que «se hicieron los eventos programados, se justificaron las facturas para estos actos y se cumplieron los contratos firmados», por tanto, «no hubo ninguna irregularidad». «Ahí está la Copa del América que se celebró y fue un éxito tal como es perfectamente demostrable», decía en el sentido de que el Valencia Summit eran unas jornadas que abogaban por organizar eventos deportivos para promocionar las ciudades que los acogen. Desde un punto de vista personal y familiar, el propio desarrollo del juicio contra Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina, supone un deterioro añadido para los imputados colatelares dado que tendrán que trasladarse a Palma, alojarse en hoteles y gastarse un dinero extra en vuelos, alojamiento y manutención. Además, «nos movemos en un entorno muy mediático que nos ha llevado a vivir una auténtica pesadilla en estos 4 años y medio» de proceso judicial e investigaciones.

No en vano, ya han tenido que viajar a las Islas Baleares en varias ocasiones para declarar en la fase se instrucción previa y para preparar sus defensas. Por ende, les ha costado su carrera política y profesional. «Estamos tratando de reincorporarnos al mundo laboral pero también es muy complicado dado el contexto económico que vivimos», explicaron. Además hay «un alto grado de incertidumbre» en cuanto a las penas y delitos que se les imputan. «No sabemos ni la duración exacta del juicio ni al número de sesiones a las que debemos asistir» lo que tampoco les permite organizarse su vida previamente, compatibilizar su trabajo o alquilar una vivienda en Palma. Mañana y el martes se abordarán cuestiones previas y técnicas, relacionadas con los pormenores del juicio, que deben pilotar los abogados. Pero después, los acusados valencianos no saben exactamente «a qué nos vamos a enfrentar» en cuanto a acusaciones y responsabilidades subsidiarias.

Respecto a la línea de las respectivas defensas, se fundamentarán en dos aspectos: «Hice las cosas bien y hice lo que dijeron los informes jurídicos de las diversas instancias de la Generalitat». Así, lo explicó otro de los encausados a este periódico. Sin obviar que estos altos cargos intermedios y estos directivos de Cacsa: «Cumplimos órdenes de nuestros superiores». «No fuimos nosotros quienes tomábamos las decisiones», argumentarán al juez y a la fiscalía sus defensores.

Por último, la implicación de la Casa Real en este proceso judicial «nos ha perjudicado mucho», es «un caso mediático, en el que el juez y el fiscal intentarán salir lo más airosos posibles». No en vano, mañana se esperan en los juzgados de Palma cerca de 600 periodistas acreditados, de los que 80 son extranjeros. Eso no es «plato de buen gusto» para nadie, finalizaban las mismas fuentes.