Iñigo Pérez de Herrasti se ha convertido en el primero de los condenados por el asalto al centro cultural Blanquerna, que se produjo en Madrid, el 11 de septiembre de 2013, que ingresa en prisión, según ha informado Instituciones Penitenciarias, para lo que ha elegido un centro penitenciario de la Comunidad de Madrid. El resto de emplazados por la Audiencia Provincial de Madrid a mediados de noviembre a cumplir la pena impuesta una vez que se había convertido en firme y no existir posibilidad de que el Tribunal Constitucional la volviera a mover, al rechazar sus recursos de amparo, lo harán en los próximos días.

El cumplimiento de la condena se está produciendo de forma simultánea a la solicitud de indulto que han planteado ocho de los condenados, medida de gracia a la que el Tribunal Supremo ha informado de forma desfavorable, aunque la última palabra la tiene el Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio de Justicia. De los 14 condenados por el asalto uno está en busca y captura y otro ya cumplía su pena en el centro de inserción social madrileño Victoria Kent.

Desórdenes públicos

Es el Supremo quien informa al Ministerio de Justicia sobre la petición de indulto, porque fue quien impuso la última condena: penas de entre 2 años y 7 meses y 2 años y 9 meses de prisión por un delito de desórdenes públicos en concurso ideal con un delito contra el derecho de reunión. Esa resolución cumplía la del Constitucional que en enero de 2020 dio la razón en parte a varios de los condenados contra su primer fallo, y obligó al Supremo a retirar la agravante de discriminación ideológica y el subtipo agravado del delito de daños en bienes de uso público, con los que se elevó hasta los cuatro años de prisión la condena originalmente impuesta por la Audiencia madrileña, consistente en penas de entre 6 y 8 meses de prisión por un delito de desórdenes, con la atenuante de reparación del daño.

La pena definitiva se situó en 2 años y 7 meses de prisión para 12 de los acusados. Los otros dos fueron condenados 2 años y 9 meses de prisión. Juan Luis López García (por haber tenido un papel protagonista en los hechos), y 2 años y 8 meses, Jesús Fernando Fernández Gil, por ser quien encabezó la acción ilícita.