Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gobierno de Castilla y León

El PP intentará ganarse a los provincialistas y luego pedirá a Vox "solo dos abstenciones"

Mañueco negociará primero la investidura y los Presupuestos con Soria Ya, Por Ávila, los leonesistas y también Cs

El candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León por el PP, Alfonso Fernández Mañueco. Manuel Ángel Laya / EP

"Si todo sale más o menos bien, Casado se aprovechará de ello. Si sale mal, Mañueco será el responsable", decía este miércoles en el pasillo del Congreso un diputado del PP sobre la escenificación pública de la peliaguda negociación que se verá en las próximas semanas en Castilla y León. El principal objetivo de los populares es conformar un Gobierno en solitario con el apoyo externo de Vox, los partidos provincialistas y de Ciudadanos.

En un intento de protegerse, Pablo Casado ha dejado en Alfonso Fernández Mañueco los contactos con los grupos parlamentarios para cerrar los votos de su investidura y tener una legislatura mínimamente estable, Presupuestos autonómicos incluidos. Sin embargo, pocos miembros del PP consultados dudan en privado de que habrá hilo directo y constante entre el dirigente salmantino y Casado y su secretario general, Teodoro García Egea. Es inevitable. La decisión de qué se habla con Vox y hasta dónde se está dispuesto a ceder marcarán el futuro del PP.

Para conseguir superar la investidura, según fuentes conocedoras de la estrategia de los populares, Mañueco se sentará con los minoritarios [Soria Ya (3), Unión del Pueblo Leonés (3), Por Ávila (1) y Cs (1)] para comprometerse a trasladar sus demandas a los Presupuestos y las leyes que hagan falta. Y, en una segunda fase, pedirá a Vox "solo dos abstenciones". El plan es de final incierto, porque, por ahora, la ultraderecha asegura cada día que no regalará sus apoyos. Santiago Abascal afirmó el miércoles que, si no entran en el Gobierno, votarán en contra de "cualquier investidura". La opción de la repetición electoral es algo que asusta, sobre todo, en Andalucía, donde el presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), pasará por las urnas en el segundo semestre de este año.

Policía bueno, policía malo

El encaje de los intereses de PP y Vox se otea complicado. Las posiciones están muy separadas, aunque hay algunos elementos que dejan un resquicio a un posible entendimiento. El más importante es el diferente rol que han empezado a jugar Casado y Mañueco, que se han repartido los papeles de policía malo y policía bueno. Sus formas en abordar que necesitan a Vox es muy diferente. El líder del PP salió el martes muy duro contra esa formación, con la que tendría fácil la investidura: los 13 procuradores ultras más los 31 populares superan los 41 que marcan la mayoría absoluta. Casado hizo hincapié en el populismo, antieuropeísmo y el peligro para una España de "tolerancia" y "libertades" que cree que supone Vox.

Sin embargo, Mañueco no ha dicho nada de lo que les separa. El dirigente afirmó en la junta directiva autonómica del martes que negociará con "todos" y que tiene "grandes principios", pero no "líneas rojas". "Esto no va de hablar de sillones, sino de políticas concretas en favor de la gente de Castilla y León", declaró. Y eso espera: poder convencer a Vox para que le dé dos abstenciones a cambio de hablar de "políticas concretas" que no vulneren los "principios" del PP.

Compartir el artículo

stats