Benavites: la riqueza patrimonial de la Vall de Segó

Vista de Benavites

Benavites, un pueblo con historia

Recorrer las calles del núcleo histórico de Benavites revela auténticos tesoros entre las casas señoriales y edificios, confirmando la riqueza patrimonial de la Vall de Segó. La localidad, que alberga su sede consistorial en una casa palaciega contigua a su emblemática Torre Señorial, destaca por este conjunto único que atestigua la fuerza de su origen musulmán, así como por su tenacidad y presencia constante frente a los cambios.

Se cree que formaba parte de un gran conjunto de fortificación debido a su estructura. Su altura es de 25 metros y se encuentra en perfecto estado, a diferencia de la mayoría de torres defensivas de la misma época. Fue declarada Monumento Nacional en el año 1981.

La estrechez de la calle Major de Benavites y el discurrir por sus callejuelas hasta la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels invita al reposo y a la degustación sensorial del patrimonio histórico. Si bien, la iglesia se distingue por ser un bien de relevancia local, el tesoro patrimonial de este municipio se alza en medio del valle en dirección al mar. 

Església de Sant Jaume de Benicalaf, Benavites, Valencia, España

Església de Benicalaf

Se trata de la Església de Sant Jaume, conocida como Església de Benicalaf. Un edificio sumamente apreciado y valorado por los vecinos de la Vall de Segó y hacia el que discurre la Romería de la Aurora del primer domingo de agosto. La particular arquitectura del templo, su localización y presencia en el antiguo trazado de la Vía Augusta convierte este en espacio sumamente elocuente para el visitante. Destacan también en el paisaje del casco antiguo de la localidad “Les Cases Pairals” (s.XVIII), representaciones de casas tradicionales de las poblaciones rurales valencianas, muchas de ellas continúan en pleno uso de sus propietarios.  Constan de una planta baja, un piso y una cámara. La estructura es de muros de carga con entramado de madera y la cubierta de teja

Lavabos públicos de Benavites. / ED

La distribución y composición tradicional de la fachada es la de una entrada central por la que los carros podían acceder directamente al patio posterior. A los dos lados de la puerta principal aparecen dos grandes ventanales; y arriba de esta, aparece otra puerta que da al balcón situada entre dos ventanas. En la parte superior de la fachada se abren tres o cuatro pequeñas ventanas que dan luz y ventilación a la cámara que separa el primer piso del techo. Los propietarios originarios de estas casas eran los grandes agricultores de Benavites. La majestuosidad y significado histórico de la Església de Benicalaf resaltan la riqueza patrimonial de la Vall de Segó, ofreciendo a los visitantes una experiencia única en su viaje por este encantador municipio

La Marjal

La ruta discurre hasta La Marjal. Un humedal protegido a nivel internacional y rico en especies autóctonas por el que deambular se convierte en una posibilidad única de constatar la belleza. Estas zonas húmedas acumulan el agua de la lluvia y de los sobrantes de las acequias y barrancos y eran utilizadas, hasta épocas recientes, para el cultivo tradicional del arroz. En la actualidad, las tierras son desecadas durante los meses de primavera-verano, y aprovechadas para el cultivo de hortalizas.

La Marjal

Además del alto valor paisajístico, alberga una gran diversidad de organismos y es muy rica tanto en especies vegetales típicas, como en una variada fauna, entre la que destaca por su vistosidad, la gran cantidad de aves acuáticas y marinas invernantes, de paso, nidificantes o estivales, que pueden ser observadas según la época del año.Con todo, el caminante que inicie su travesía, tanto desde el mar como desde lo alto del valle en forma de herradura que cierra los cinco municipios que lo componen, tendrá una focalización única, la Torre Señorial de Benavites.

Las fiestas

Benavites celebra sus fiestas patronales en honor de nuestra Señora de Los Ángeles en los primeros días del mes de julio. Aunque los festejos duren más de diez días, destacan los dos domingos: el del 2 de julio en honor al patrón Sant Pau y el del 9 de julio dedicado a la Mare de Déu dels Àngels. En ambas jornadas, se celebra la misa por la mañana y, por la tarde, la solemne procesión.

Otro de los días marcados en rojo en el calendario de festejos es el lunes de Santa Paula (3 de julio): el día de las calderas. Desde primera hora de la mañana, la fiesta y la diversión se concentran en la plaza dels Horts donde se puede ‘torrar’ el almuerzo alrededor de las calderas. También destacan los festejos taurinos, con las corridas de toros por calles y plazas, y el toro embolado por las noches.