Durante los últimos años, se han logrado avances de gran importancia en vías de la escolarización y el acceso a una educación de calidad entre los grupos poblacionales más jóvenes, incrementando las tasas de escolarización. Junto a estos incrementos, también se ha mejorado los niveles mínimos de alfabetización.

A pesar de estos buenos y alentadores datos, sigue habiendo un gran trabajo por delante para alcanzar los objetivos fijados en materia de educación de calidad, en especial en determinados países.

Una de las piedras angulares de la mejora en la calidad de nuestra vida y un claro motor para el desarrollo sostenible es la educación con carácter inclusivo e igualitario, otorgando a la población todas las herramientas necesarias para que puedan llevar a cabo el desarrollo de soluciones innovadoras.

Las causas que merman las metas para lograr una educación de calidad son claras: escasez de equipo docente para acometer la enseñanza, infraestructuras deficientes de las escuelas e igualdad de condiciones entre niños y niñas con especial foco en zonas rurales. Del mismo modo, son claras las necesidades para caminar hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible de Educación de Calidad en niños de familias empobrecidas: incremento de becas educativas, mayor apoyo al equipo docente en materia de formación, mejora de las infraestructuras en escuelas y un acceso estable a materias primas como agua y electricidad en las zonas más necesitadas.