El Síndic de Greuges ha avalado "la moción del PP que pedía soluciones para el entorno de la Finca de Hierro y que fue rechazada por el alcalde Joan Ribó", afirman fuentes del PP de València a raíz de la noticia publicada por Levante-EMV en la que se cuenta que el Alto Comisionado de les Corts ha dado un mes al Ayuntamiento de València y la EMT para que adopte medidas para reducir la contaminación acústica y atmosférica que generan los autobuses del intercambiador del carrer Xàtiva en esta zona y junto al IES Lluís Vives.

"El cierre de la plaza del Ayuntamiento ha convertido en una estación de autobuses las calles que rodean la Finca de Hierro, llegan a pasar y parar 600 autobuses cada día", explica el concejal del PP Carlos Mundina que hace suyas las palabras del Síndic Ángel Luna. El edil pidió al Gobierno de Compromís y PSOE "soluciones por las molestias en una moción, pero fue rechazada" por el bipartito.

Mundina recuerda que con "la nueva reordenación del tráfico y líneas de la EMT provoca molestias a diario a más de 224 familias y 9 superficies comerciales de la Finca de Hierro".

Los propios vecinos de la Finca Roja presentaron escritos al Ayuntamiento pidiendo soluciones sin encontrar respuestas y ahora ha sido el Sindic de Greuges quien tras su queja ha enviado una resolución al alcalde.

Tal como publicó este periódico en exclusiva, el Síndic de Greuges resuelve “teniendo en cuenta el notable incremento del tráfico de autobuses urbanos que se ha producido en dicha zona concreta de la ciudad" que se adopten todas las medidas que sean necesarias para reducir al máximo posible la contaminación acústica y atmosférica existente con la finalidad de proteger el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio y los derechos constitucionales a la protección de la salud, a un medio ambiente adecuado y a una vivienda digna que tienen las personas allí residentes y los alumnos del Instituto de Educación Secundaria Luis Vives”.

La remodelación de las líneas de autobús por el cierre de la plaza del Ayuntamiento al tráfico ha convertido "las inmediaciones de la finca de Hierro, donde viven o trabajan cerca de 1.800 vecinos, en una gran estación de autobuses de la EMT provocando importantes molestias para los residentes, especialmente en la calle San Pau" subraya el concejal y consejero de la EMT Carlos Mundina. Una acera que apenas llega a los dos metros "se ha llenado de paradas para más de ocho líneas de autobús además es el punto de parada técnica para los descansos e intercambios de los conductores de la EMT", tal como también publicó este periódico en septiembre.

Las paradas de autobuses lamenta el concejal del PP " bloquean los accesos tanto a los diferentes patios de la finca como a la entrada al garaje convirtiendo la zona en un auténtico peligro en caso de una evacuación".

También es "un verdadero calvario para los vecinos cada vez que deben salir del aparcamiento subterráneo por la gran acumulación de autobuses en esta calle de San Pau convertida en una gran estación de la EMT en pleno centro".

Por último, "tienen los mismos problemas en la calle Xàtiva y la plaza de San Agustín que también son puntos de parada de cientos de autobuses cada día dificultando los accesos y provocando contaminación y ruidos para los residentes, oficinas y comercios de la finca de Hierro".