Las críticas de la parroquia no se han centrado sólo en las clavariesas. El cura abroncó a los clavarios del Cristo durante la misa de las fiestas por no frecuentar la iglesia. Esta clavaría, no obstante, no ha sido suprimida, pero el párroco ha entregado a la alcaldesa el libro de registro con los nombres de los festeros de los próximos años, como confirmó ayer la propia Elvira García, que lo tiene «en custodia». Fuentes del gobierno local deseaban ayer que la parroquia reconsideré su decisión, «para que no se impida la presencia directa de las mujeres en las fiestas». v. c. /l. s. alaquàs
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