Cremona: 3.000 días en barracones

La comunidad educativa del CEIP Ciutat de Cremona, en Alaquàs, ha emitido un comunicado sobre los 3.000 días que el colegio lleva ya instalado en barracones, "unas aulas prefabricadas que carecen de las características necesarias para llevar a cabo un proceso educativo en condiciones", según especifican en el documento hecho público con motivo de este aniversario, del que esperan que sea el último porque "queremos pensar que no van a ser muchos más los días que nuestros hijos e hijas pasen" en esos barracones.

En el comunicado, además de reclamar el cese de esa situación de precariedad, también se recuerda y homenajea "a esos niños y niñas, de ahora ya 12 y 13 años, que han pasado toda su etapa de infantil y primaria en los barracones del CEIP Ciutat de Cremona y que, a pesar de ello, dicen orgullosos y orgullosas que ellos estudiaron en el Cremona"

"Hoy hacemos 3.000 días „añaden„ y queremos que esta pesadilla acabe ya para toda la comunidad educativa. Todo indica que vamos por el buen camino y que, por fin, tendremos una escuela de ladrillos. Sin embargo, precisamente hoy queremos recordar que seguimos aquí. Queremos que todos esos compromisos que se han dado a conocer, se hagan realidad lo antes posible por la educación de nuestros hijos/as, por su seguridad e integridad, y porque tienen derecho".

"Hoy hace 3.000 días y desearíamos que lo que ha ocurrido en nuestro centro y tantos otros centros de la Comunitat Valenciana sirva de ejemplo para que nunca más vuelva a ocurrir", sentencian. "Es nuestro deseo que la educación de los niños y niñas sea siempre una prioridad para todos, especialmente para los gobiernos. Que estos nueve años en barracones queden para la historia y de ella aprendamos".

"Queremos confiar y creer que esta es la definitiva „continúan„. Después de innumerables reuniones, manifestaciones y acciones realizadas por toda la comunidad educativa a lo largo de los últimos 9 años con la finalidad de lograr nuestra escuela de ladrillos tenga un pronto final feliz. Hablamos de un final tan sencillo como que los niños y niñas del Cremona acudan a un colegio con todas las instalaciones adecuadas para su educación".

Por último, la comunidad educativa finaliza agradeciendo "a todas las personas que de una manera u otra han estado a nuestro lado", al tiempo que expresa su deseo de "que todos juntos podamos inaugurar ese colegio de ladrillos tan deseado". Ese día, vaticina en el comunicado, "nuestra fiesta dejará de ser reivindicativa para convertirse en una fiesta de alegría por la que hemos luchado para convertir nuestro sueño en realidad".