Quart de Poblet acogió ayer una jornada de evaluación y puesta en común de los resultados del proyecto europeo Photocitytex, enmarcado en el programa de la Unión Europea Life+, que ha convertido el municipio en el primero europeo en tener instalados toldos y lonas anticontaminación, como ya informó Levante-EMV. La conclusión extraída fue que tras dos años y medio de trabajo, las telas de toldo han reducido los óxidos de nitrógeno entre un 35 y un 50%, y las de lonas publicitarias, entre un 24 y un 25%, en función de la época del año. Entre estos compuestos nocivos, además, la disminución de dióxido de nitrógeno es de entre el 43% y el 54% con los toldos y de entre el 23% y el 45% con lonas.

El «tratamiento de la contaminación del aire en entornos urbanos europeos por medio de textiles fotocatalíticos» (Photocitytex) está coordinado por el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) y en él participan el Ayuntamiento de Quart, la Asociación de Investigación de la Industria Textil y dos instituciones italianas.

A la jornada de evaluación asistieron la alcaldesa, Carmen Martínez; el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro; el diputado de Proyectos Europeos, Bartolomé Nofuentes, y el director de Fondos Europeos de la Fundación Finnova, Juan Viesca.

En este proyecto se han desarrollado unos textiles para toldos y lonas que llevan dióxido de titanio y que con la exposición solar son capaces de transformar sustancias muy nocivas, como los óxidos de nitrógeno, en otras menos perjudiciales (nitritos y nitratos) que se pueden eliminar a través del agua. Las pruebas se han realizado en dos medios diferentes. El primero ha sido en la cámara de simulación Euphore del CEAM en la que las personas responsables de este proyecto han simulado las condiciones de la calidad del aire que se dan en tres ciudades: Bolonia, París y Quart de Poblet. Los resultados aquí han superado las expectativas iniciales, ya que se ha demostrado la capacidad de las telas de toldo (las de lona tienen resultados más discretos pero mejores de los previstos) de reducir un 88% en una hora los óxidos de nitrógeno.

El siguiente banco de pruebas ha sido Quart de Poblet, donde se instalaron toldos en el colegio Ramón Laporta y en el túnel de la avenida 9 d'octubre, puesto que se trata de un punto de tráfico denso al lado de la autovía A3.