El Ayuntamiento de Torrent ya ha iniciado la segunda fase del Plan de Reforestación y Conservación de la Serra Perenxisa, con la plantación de los primeros árboles en las zonas afectada por el incendio y por la plaga del Tomicus.

En las primeras semanas de octubre, los trabajos de los operarios se centraron en disminuir la plaga, con la retirada de los árboles afectados, y en la construcción y distribución de fajinas y albarradas con los troncos talados y las ramas de los ejemplares quemados con el objetivo de retener el suelo para que, cuando llueva o haga fuertes rachas de viento, éste no se desprenda. «De esta manera, se evita y reduce la erosión y se crea un soporte que permita la existencia de una cubierta vegetal y mediante la recuperación de ésta, los pinos tendrán un suelo donde crecer». explica la concejala de Medio Ambiente, Inma Amat.

Posteriormente, se ha iniciado la recuperación con las primeras plantaciones allí donde no se conseguirían de forma natural por la falta de regeneración del Pinus halepensis Mill. Se ha diseñado la implantación de una masa arbórea según las condiciones orográficas especies arbóreas que están en minoría frente a esa variedad.

Las especies que se están plantando -de un total de 10.475 árboles- son el pino -el más presente en todo el paraje y el más resistente a la sequía-, la encina, el madroño y el palmito, con un tubo protector frente a la fauna cilíndrico de doble capa, que se mantendrá unos cinco años. «La selección se ha basado en la idoneidad de cada planta, en los antecedentes e intentando favorecer las especies menos presentes», ha señalado Amat.

En el momento de la implantación, y con el fin de mejorar el arraigo de las plantas introducidas, se coloca una sustancia llamada hidrogel, que provoca que la humedad que existe en el suelo quede retenida para que poco a poco se vaya liberando otra vez al exterior, justo cuando la humedad de este suelo sea inferior a la que posee el hidrogel.