El Ayuntamiento de Mislata aprobó los presupuestos municipales para 2018 en una sesión plenaria que duró cinco horas y que, a pesar de la mayoría absoluta del gobierno local y del respaldo de Ciudadanos, no estuvo exenta de tensión y enfrentamiento con el resto de grupos.

Para la portavoz del gobierno local, María Luisa Martínez, se había elaborado un presupuesto «con el apoyo de los trabajadores, de concejales de la oposición, pero sobre todo de los colectivos asociativos, porque muchas de las inversiones que vamos a realizar tienen que ver con demandas históricas de nuestra ciudad».

Según la edila Martínez Mora, «choca bastante que las enmiendas presentadas por los grupos de la oposición pidan la reducción de la brigada de obras, lógicamente despidiendo a trabajadores, la eliminación del servicio de streaming de los plenos que tanto reclamaron para ganar en transparencia, quitar la feria de las fiestas, eliminar el parque de Príncipe de Asturias, o eliminar una partida insignificante de protocolo que sirve para homenajear a la Policía Local en el día de su patrón».

Además, la portavoz del gobierno y ponente de Hacienda ha criticado que «el portavoz de Compromís se oponga a la reforma tan necesaria de los campos de fútbol, una demanda de los clubes, deportistas, familias y espectadores». «El problema de la oposición es que no trabaja, no sabe a qué partidas se cargan los gastos, no preguntan a los servicios técnicos y han perdido toda la credibilidad», ha incidido.

No obstante, el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, ha manifestado que «después de un enorme trabajo hemos conseguido lo que otros decían que sería imposible, reducir la deuda de 40 millones a los 15,8 millones que tendremos al finalizar el año 2018, algo que nos va a permitir seguir apostando por un modelo de ciudad más moderna, con más servicios».

Por su parte, Compromís per Mislata asegura que no apoyó el presupuesto para 2018 por el desacuerdo con el destino de las Inversiones, la cuantía de las subvenciones a entidades sociales y «la sobreestimación presupuestaria de los ingresos». «El estado de los ingresos no se corresponde con la realidad de la capacidad recaudatoria del ayuntamiento. Desconocemos cuáles han sido los criterios de estimación», dijo Javier Gil, además de recalcar que ve prioritaria la pavimentación y remodelación de calles y aceras del municipio como son de Sant Antoni, el camino Viejo de Xirivella o el barrio de la Morería.