El Ayuntamiento de Alaquàs ha pedido formalmente a la dirección general de Patrimonio su colaboración para que el retablo gótico de «Santa Úrsola, Sant Martñin y San Antonio», una de las piezas más valiosas que posee el museo San Pío V, se exhiba en el Castell de la población temporalmente, con motivo de los actos del centenario de su protección como monumento nacional.
La alcaldesa Elvira García se reunió hace días con la directora general de Cultira y Patrimonio, Carmen Amoraga, para formularle la solicitud. La mandataria acudió acompañada por el director del Castell, Carles Barberà, y Adrià Hernández, miembro del colectivo Quaderns d´Investigació.
«Amoraga estuvo muy receptiva y nos animó a presentar la solicitud por escrito aunque es una decisión que ha de tomar el patronato del museo», integrado por miembros de la Generalitat y del Gobierno de España. La mandataria pedirá también la mediación de la subdelegación del Gobierno. García recordó a Amoraga que el Castell ya tiene un precedente de albergar grandes obras cedidas, ya que en su reapertura restaurado exhibió un Caravaggio y fondos del Prado y del Escorial.
El motivo por el que se pretende llevar a Alaquàs es retablo, conocido también como ´de los Martí de Torres´, es porque fue una de las propuestas que los estudiosos del Castell realizaron en la comisión consultiva que ha organizado el consistorio para elaborar el programa de actos.
Además, el prorio Adrià Hernández, experto en los linajes que tuvieron el señorío de Alaquàs, fruto de años de investigación, defiende que ese retablo, atribuido al taller de Gonçal Peris, fue encargado por Úrsula de Aguilar y su marido Berenguer Martí de Torres, benefactores del monasterio de Portacelli que habían financiado una capilla, como también han defendido antes otros investigadores. Hernández va más allá y lanza la hipótesis de que los rostros de Santa Úrsula y San Martí pueden ser los de Úrsula y Berenguer y así lo expondrá en el informe que acompañará a la petición municipal.
«La iconografía de ella no parece la típica de la época sino que parece más bien un retrato», indica el investigador, quien también destaca la importancia en la historia de Alaquàs que tuvo Úrsula de Aguilar. «Fue la primera señora y desde la compra a los Vilaragut, reactivó el señorío. Su matrimonio con Berenguer permitió unir dos potentes linajes y sus descendientes, Jacmot i Isabel Joan, edificaron el Castell», indica.
Más allá de la incógnita del bello rostro de Santa Úrsula, la historiadora del Arte y profesora del Florida, Nuria Blaya defiende que el retablo «es uno de los mejores que hay en el museo» tanto por su valor artístico y su estado de conservación como por el hecho de que es valenciano. «Es el primero o de los primeros que representa a a escuela valenciana de este tipo de retablos e incluye numerosos elementos, en la indumentaria y en otros aspectos, que reflejan cosas que estaban ocurriendo en València en la época y son icono de modernidad», explica Blaya.
Además, el taller al que se atribuye la autoría, cuyo responsable estaba vinculado a los Martí de Torres, «es el primer taller valenciano de gótico internacional» y, por lo tanto, un referente.
