El gobierno local de Puçol saltó ayer por los aires a consecuencia del pleno de reprobación a la alcaldesa socialista Lola Sánchez, que había promovido el Partido Popular y que acabó apoyando Compromís, hasta ayer en el ejecutivo. La mandataria retiró por decreto horas después sus competencias a los tres ediles nacionalistas y los expulsó por haberse «aliado con la derecha» para reprobarla. Por su parte, Compromís alegó que su voto estaba motivado por no haber podido presentar una moción en la que se pedía la dimisión de la concejala de Urbanismo. El de ayer era el último capítulo de una tensa relación entre el PSPV y Compromís, que se puso de manifiesto hace un año y medio, cuando se produjo el relevo en la alcaldía de Enric Esteve a Lola Sánchez.

Los populares habían solicitado el pleno de reprobación basándose en tres argumentos: la construcción de un colector para evitar inundaciones que ha causado quejas, el deficiente servicio de recogida de basuras y el incumplimiento del dictamen del Consell Jurídic Consultiu, que determinó al inicio de la legislatura que el consistorio debía prestar determinados servicios a las urbanizaciones del término municipal.

El PP encontró de salida un aliado en Pavalur (la formación que representa a las urbanizaciones) mientras que Ciudadanos y Ara Puçol (Podemos) se abstuvieron. Por su parte, tanto los socialistas como Esquerra Unida (también en el gobierno local) votaron en contra.

La mirada estaba ayer puesta Compromís que, una semana antes, había remitido una carta a la alcaldesa, en la que le pedía la destitución de la edila de Urbanismo y una rectificación suya por escrito, que debia producirse antes del pleno. Y en la propia sesión, los nacionalistas intentaron que se debatiera una moción con estas mismas peticiones pero el secretario se negó a incluirla en el orden del día al tratarse de un pleno extraordinario. «El secretario me aseguró anteriormente que podía presentarse y que era potestad del pleno decidir su se incluía o no en el orden del día pero hoy (por ayer) ha dicho lo contrario. Por este motivo, su grupo aprobó la reprobación.

Por su parte, los socialistas se defendieron de las acusaciones al alegar que la obra del colector era muy necesaria y se había informado a la ciudadanía afectada. Sobre la recogida de basuras, reconocieron el mal servicio aunque indicaron que no es de gestión directa sino a través de la Mancomunitat de l'Horta Nord, que lo tiene adjudicado a una empresa privada «y se está intentando que la institución les haga cumplir el contrato». Y respecto al incumplimiento del mandato del CJC, el viceportavoz socialista Juan Miguel Bayarri indicó a este diario que «está a punto de licitarse el servicio» aunque acusó a Compromís de haber ralentizado el asunto cuando tenía las competencias.

Tras la sesión, los populares calificaron de «batalla campal» el enfrentamiento entre ambos grupos y criticaron la actitud «prepotente y altiva» de la alcaldesa. «No hemos visto ni un ápice de autocritica , y teniendo en cuenta que su principal detractor ha sido su socio de gobierno (Compromís) nos parece una tomadura de pelo que se llamen equipo; Sanchez ha demostrado una vez mas, su incapacidad para seguir al frente del gobierno municipal y ha puesto de manifiesto su nula intención de dialogar ni consensuar nada con ningún grupo político que no sea el suyo», criticaron.

«No hemos incumplido el pacto»

Aunque votaron reprobar a la alcaldesa, los tres ediles de Compromís consideraban ayer que no tenían que abandonar porque no habían incumplido «ningún acuerdo del pacto», como manifestó a este diario Enric Esteve. No lo vieron así los socialistas, quienes consideraron que reprobar a una socia de gobierno «aliándose con la derecha» merecía la expulsión del ejecutivo.

Una larga crisis

Los desencuentros entre el PSPV y Compromís se remontan a más de un año y medio. Los nacionalistas en este tiempo han acusado a sus socios, tanto públicamente como a través de escritos internos, de haberles ninguneado en la toma de decisiones, especialmente en los grandes temas. Los socialistas, por contra, consideran que Compromís ha adoptado una «actitud muy beligerante» desde que no tiene la alcaldía y que no ha respetado que cada grupo tiene un voto en las decisiones internas.