El agravio en materia de transporte público que sufren Aldaia, Alaquàs, Xirivella y el Barrio del Cristo respecto al resto del área metropolitana no es solo por un «servicio deficiente» de autobuses, derivado de una contrata caducada hace una década, sino que es también económico. Al no existir diversas variedades de bonos que abaraten el trayecto a los diferentes sectores sociales, finalmente el vecindario residente en esos municipios que utiliza las líneas de autobuses acaba pagando más dinero.

La Plataforma pel Transport Públic de l'Horta Sud lleva años criticando esta situación. El billete de los pueblos a València, cuyo servicio presta una empresa privada concesionaria de la Generalitat Valenciana, cuesta 1,45 euros y no existen ni un Bono 10 con precio reducido, ni un bono transbordo, ni reducciones para pensionistas, jóvenes o niños, ni otras de las prestaciones que sí tienen los residentes de València que se trasladan en los vehículos de la empresa munipal EMT. También los pueblos que disponen de metro pueden optar por distintas modalidades de bonos.

Pero las y los viajeros de Alaquàs, Aldaia, Xirivella y el Barrio del Cristo solo disponen del bono transbordo metropolitano que creó en este mandato la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio por 15.50 euros para 10 viajes y el bono mensual de más de 58 euros. Estos dos sistemas «solo son rentables para un 20% de los usuarios», según los datos que maneja la plataforma. «No compensa a las personas que cogen el autobús dos veces al día, de ida y vuelta, para ir a trabajar o estudiar, o a aquellas que no lo usan todos los días», reitera el responsable de Transporte de la plataforma, Paco Magro, además de incidir que en València existe un bono transbordo por nueve euros.

Para poner de manifiesto, de nuevo, esta situación, y reclamar que se extienda a este núcleo de poblaciones, que suma más de 100.000 habitantes, «la misma cartera de bonos que tienen en València y los pueblos que tienen metro», la Plataforma ha convocado para el próximo 6 de noviembre una concentración en la puerta de la conselleria, a la que llegarán autobuses de los pueblos fletados por las asociaciones de vecinos de la zona.

Allí pretenden hacer entrega de un escrito con sus reivindicaciones y de «miles y miles» de billetes de autobús que han recogido en una campaña, a lo largo de los últimos meses, con acciones a pie de parada y con buzones instalados en estas marquesinas. «No sabemos aún si llegaremos al millón que queríamos pero si no nos concecen el bono, seguirá la campaña», explica Magro.

Una de las entidades más activas en la iniciativa ha sido la asociación de vecinos Encreullades de Aldaia cuyos dirigentes, Juanjo Blanco y José Molins valoraban ayer el resultado de la acción. «Hemos estado recogiendo billetes usados de autobús durante un año y la gente ha colaborado muchísimo en todos los buzones que instalamos», afirmaba Blanco. «Estamos luchando por un bono de transporte justo y que nos equipare al resto del área metropolitana, que nos ayude a llegar al centro de València, que cueste 10 euros para 10 viajes porque estamos a cinco o seis kilómetros de València», indica Molins.

Lanzadera al metro

El servicio de autobuses en la zona lo presta una empresa privada adjudicataria de la Generalitat Valenciana con un contrato que lleva una década caducado. La conselleria sacó a información pública en verano el nuevo pliego, que incluye autobuses lanzadera al metro. La Plataforma y los consistorios han alegado y reclaman que Aldaia tenga el enlace con el metro en Quart de Poblet mientras que Alaquàs y Xirivella conecten con la avenida del Cid. «Esta conexión es fundamental porque nosotros no tenemos la culpa de no tener metro. Y tiene que ser a un coste similar al de otras zonas. Por eso pedimos el bono transbordo por un precio de 11 euros máximo, ya que en València cuesta nueve euros», recalca Magro.