El pleno del Ayuntamiento de Quart de Poblet ha aprobado las ordenanzas fiscales 2019, en las que se introducen modificaciones innovadoras respecto a ejercicios anteriores y que tienen una doble vertiente: social y medioambiental. El concejal de Hacienda, Bartolomé Nofuentes, destacó esta apuesta e incidió en el esfuerzo por mantener baja la presión fiscal sobre la ciudadanía, de manera que «de cada 1.000 euros que revertimos a cada vecino o vecina, con una de las inversiones más altas por habitante de la comarca, 352,22 euros proceden de sus aportaciones».

En el IBI se establece una bonificación del 5% para aquellos bienes inmuebles en los que se desarrollen actividades económicas que consuman energías renovables. Estos beneficios se suman a otros como los aplicados a las viviendas de protección oficial, a viviendas de uso residencial con instalaciones para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía proveniente del sol (10% durante tres años) o las ayudas creadas por el Ayuntamiento para facilitar el pago del IBI a familias en situación socioeconómica grave.

En el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) se han planteado modificaciones ligadas al empleo, ya que se establece una reducción del 5% a las empresas que hayan incrementado el promedio en su plantilla de trabajadores con contratos indefinidos. La cantidad de empleo estable creado exigida para obtener la bonificación varía en función del tamaño de la empresa. A más trabajadores y más trabajadoras, más puestos indefinidos se reclaman. Esta reducción en la cuota se incrementa al 10% si, además, la actividad económica se realiza utilizando energías procedentes de fuentes renovables.