El salón de actos de la Facultat de Farmàcia de la Universitat de València albergó el pasado jueves al atardecer, en su campus burjasotense, la mesa redonda "Los Silos de Burjassot" sobre el pasado, presente y futuro del monumento. El debate, organizado por la Associació Cultural Templers de divulgación histórica, contó con la participación del historiador Robert Blanes, en representación de la asociación Amics i Amigues de les Sitges, y los portavoces de los grupos políticos de la oposición en el Ayuntamiento de Burjassot: Sonia Casaus (PP), Tatiana Sanchis (Cs), Alicia Moreno (EU) y Adrián Juste (Totes). Por motivos de agenda, no pudieron asistir los representantes del equipo de gobierno (PSOE y Compromís). Presentó el encuentro el presidente de Templers, Javier Martínez, y lo moderó el periodista Miguel Ángel Pastor.

En su intervención, el historiador Robert Blanes expuso el proyecto de Plan Director que Amics de les Sitges propone para el futuro del conjunto arquitectónico. Entre otras cuestiones, Blanes abordó el establecimiento de una "programación de rehabilitación a largo término, por fases", y la concreción de "usos definitivos del monumento". Asimismo el investigador se refirió tanto a la necesidad de que exista una "voluntad política real, sin excusas ni pretextos", como a la financiación del plan. Esta, también por fases, podría llevarse a cabo con "recursos propios" (de los ayuntamientos de València y de Burjassot, como propietario y cesionario de los Silos, respectivamente) y con "recursos ajenos" (de la Generalitat, Diputación, fondos europeos o fundaciones particulares, entre otras entidades).

Por su parte, los representantes políticos hablaron de las propuestas sobre restauración y conservación del monumento que sus respectivas formaciones han realizado, sobre todo desde el desplome del muro noreste de los Silos el pasado mes de septiembre. Todos ellos coincidieron en atribuir la "máxima responsabilidad" del deterioro del monumento a "las administraciones públicas", ayuntamientos de València y Burjassot -como entidades municipales-, y Generalitat y Estado español, que, respectivamente, declararon los Silos Bien de Interés Cultural y Monumento de Carácter Nacional.