Todos los partidos políticos presentes en el Ayuntamiento de Paterna han apoyado la iniciativa de Podemos Paterna, de condenar la aporofobia, el racismo y la xenofobia. La moción, aprobada por unanimidad en el pleno, tiene la finalidad de aislar las formaciones excluyentes que intentan discriminar por razón de procedencia, o situación económica.

El consistorio, gracias a esta propuesta de la formación morada, no colaborará y se compromete a denegar los espacios públicos para cualquier actividad que discrimine por sexo, raza, religión u origen, incluido cuando se trate de prestar ayudas sociales o materiales. En este sentido, a propuesta de Podemos Paterna, el Ayuntamiento denunciará cualquier práctica de discriminación o pronunciamiento xenófobo o racista que se pueda producir en el municipio.

"Recordemos que la aporofobia es la intolerancia, rechazo y hostilidad hacia las personas pobres o con escasos recursos. El racismo es la ideología que defiende la superioridad de una raza frente a otras. Y la xenofobia es el odio, recelo, hostilidad y rechazo hacia los extranjeros. Todas ellas fomentan el odio y el rechazo al diferente y, cuando se manifiestan en agresiones o vejaciones, constituyen un delito. Estos delitos, llamados de odio, son contrarios a los derechos fundamentales y a las libertades públicas garantizadas por la Constitución Española. Son además sancionados por el Código Penal", recuerdan en Podemos.

Por ello, la moción aboga por que se eviten actividades que se fomenten, promuevan o se inciten al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, o una persona.

Barreras arquitectónicas

En el mismo pleno y a iniciativa de Podemos Paterna, el consistorio acordó instar a la conselleria a realizar las mejoras necesarias para la eliminación de las barreras arquitectónicas en el barrio de la Coma de Paterna, donde existen más de 32 escaleras sin una rampa alternativa, "que discrimina gravemente y dificulta a las personas con movilidad reducida o diversidad funcional".

"La no accesibilidad a espacios públicos constituye una forma de discriminación que genera una desventaja a personas con diversidad funcional, existiendo una relación directa entre accesibilidad y no discriminación. Las barreras arquitectónicas son obstáculos físicos que impiden que determinados grupos de población puedan llegar, acceder o moverse por un espacio urbano, un edificio o una parte de él. Las barreras arquitectónicas no solo dificultan o impiden la movilidad a las personas con discapacidad temporal o permanente, sino también a otros grupos como personas mayores", analiza Podemos.