"Ser alcalde es relativamente fácil, pero ser un alcalde querido es algo indescriptible", confesaba Vicente Zaragozà, líder socialista en Silla que como en el resto de la comarca se ha visto impulsado por los buenos resultados y ha pasado de liderar un cuatripartito junto a Compromís, EU y SeD la pasada legislatura a gobernar en solitario con una mayoría aplastante de 12 concejales de 17, siete másque los que sumó en 2015.

"Tenía la sensación y percibía que iba a ganar pero tener nueve concejales justos, no 12 ,eso significa que cada diez personas seis te quieren y ser un alcalde querido es algo que no se puede explicar", confiesa el primer edil, quien considera que los resultados "son un premio a la gestión, a la empatía, a posicionarte al lado de la gente, y a entender lo que quieren, la gente es soberana, trabajas para ellos, gente de todo tipo, ahí no miran al partido,miran a la persona".

Zaragozà va a liderar un equipo de trabajo donde mantiene a los concejales que le ayudaron a gobernar en la pasada legislatura pero con la incorporación de caras nuevas "relacionadas al asociacionismo y al deporte. Además, tener tantos concejales nos va a permitir repartir esfuerzos, con más gente para poder controlar y atender a la demanda social", explica.

En cuanto a sus socios de gobierno, "lamento que Salva Mestre de SeD no haya obtenido ningún concejal y he hablado con Raquel Sánchez de Compromís y Valentín Mateos de EU y consideran que deben estar en la oposición".

Opsición con mayoría de izquierdas, ya que el PP se ha quedado con tres concejales frente a los cinco del año pasado, pero es que no han obtenido representación ni Cs ni E-2000, tampoco Els Verds con un histórico como Antonio Navarro. Un triunfo no solo del PSPV sino también de los partidos pregresistas sobre los conservadores, rompiendo la tónica de los últimos años.