Los alcaldes de Sedaví y Xirivella, ambos de Compromís, deberán dejar la vara de mando el próximo mes de junio al no conseguir el apoyo suficiente para ser la fuerza más votada en un pacto de gobierno con los socialistas, como el que hicieron en 2015. Aquel pacto les llevó hasta la alcaldía con turnos y ahora los votos les han dejado en una situación de desventaja.

«Los vecinos y vecinas de Sedavía han entendido que el PSPV lo puede hacer mejor -ha subido tres ediles, mientrasque Compromís ha perdido uno-, aunque ellos también han estado en el gobierno con nosotros», explica afectado Ferrán Baixauli, que ha tenido la alcaldía durante los últimos tres años del mandato. Baixauli tiene, sin embargo, mucho a su favor para estar en el gobierno local ya que el PSPV de José Francisco Cabanes no tiene mayoría absoluta, aunque podría ser investido con los únicos votos de su partido. «Ellos son los que tiene que dar el primer paso y cuando quieran nos sentaremos a hablar» , sentencia Baixauli.

«Hay que mirar la evolución»

Por su parte, en Xirivella, el aún alcalde Ricard Barberà reconoce que tenía mayores expectativas sobre los resultados pero la ciudadanía ha dejado su formación en dos ediles. «Aunque podría estar decepcionado respecto a 2015, como ya he sufrido elecciones en las que no tuvimos representación, creo que es mejor mirar la evolución y ver lo que ha crecido Compromís en ocho años», dice.

Respecto al futuro gobierno local, la asamblea analizará «lo que es más conveniente para Xirivella y para el partido y todas las posibilidades están abiertas».