Decenas y decenas de pepitos de 'Pimentó amb tonyina', bandejas de 'orelletes' con azúcar y las primeras 1.000 raciones de 'sopà', el dulde más tradicional y autóctono de Aldaia fueron el colofón de la primera jornada del festival gastronómico y musical "Para l'Orelleta", que este martes arrancó en la población con asistencia multitudinaria.

Tras cinco días de preparativos en el que un equipo de 10 personas voluntarias han elaborado para el consistorio en jornadas maratonianas estos platos y dulces caseros, este martes se inauguraba la segunda edición de un festival que persigue ahondar en las raíces de la población y en las distintas culturas que la conforman.

La concejala de Cultura, Empar Folgado inició su intervención con el "Andaluces de Jaén" de Miguel Hernández, seguido de unos versos de Valverde del Júcar. La edila definió el festival como un encuentro "cultural, gastronómico, musical y de recuperación de nuestro patrimonio". "Homenajearnos y reconocernos vecinos y vecinas de todos los orígenes es de las mejores cosas que le podrían pasar a cualquier pueblo", añadió Folgado porque es "uno de los motores culturales más potentes para crear pueblo, unión y tradición".

La cita arrancó con las actuaciones musicales y de baile de tres de las culturas que conviven en Aldaia: la valenciana, la castellano-manchega y la andaluza. De este modo y en un acto presentado por la periodista Carol López, la primera formación en subir al escenario fue el grupo de baile de la Casa Regional de Castilla-La Mancha en València, que ofreció 30 minutos de actuación.

El segundo turno fue para los cuadros de baile de la Asociación Cultural Andaluza de Aldaia, quienes arrancaron ovaciones con los diferentes ritmos que bailaron, desde la rumba catalana de Rosario flores hasta otros palos más clásicos. Y el cierre lo puso la Ronda d'Aldaia y el Grup de Ball de la Ronda, con su tradicional indumentaria.

Los representantes de los tres colectivos recibieron el premio Orelleta, una pieza de metacrilato con una pequeña escultura en el interior que ha sido diseñada por Alexi Alemany.

El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, elogió en su intervención la mezcla de culturas que convive en la población y que conforma lo que es. "Yo también tengo mi historia pero la contaré en Para l'Orelleta Tres", dijo.

Una vez acabados homenajes y discursos, se inició la degustación. A la sopà, les orelletes y el 'pimentó i tonyina' se sumaron el rebujito, los chicharrones, los garbanzos asados y otros productos de las culturas que ayer se dieron cita.