En una sociedad donde la violencia "es atractiva" y se asocia a determinados roles de masculinidad, educar contra las conductas agresivas es una tarea conjunta de las familias y los colegios, desde los 0 años. Así lo defendió la maestra Marta Murciano, exdirectora del colegio Ciutat de Cremona y actual asesora del Cefire de la Conselleria de Educación en Torrent, en la cena coloquio organizada por Alaquàs Debat, a la que asistieron más de 70 personas. La actividad llevaba por título "Educar en la no violència: moda o necessitat?".

Alaquàs Debat arrancaba, de esta manera, su quinta temporada en el municipio con un asunto de actualidad, teniendo en cuenta las últimas noticias sobre casos de violencia machista y en la escuela. El colectivo, a través de uno de sus componentes, Pau Sarrió, explicaba que inicia curso con cuatro nuevas incorporaciones que representan distintos sectores sociales en el municipio y diferentes ideologías: Isabel Cosme, Anna Mora, Marieta Alfonso y Pau Sarrió. Por su parte, Elena Solís presentó a la ponente y Lourdes Pascual ejerció de moderadora.

Murciano defendió que las investigaciones de las últimas décadas sobre violencia, que realizan organismos internacionales y otras instituciones, no llegan a la sociedad por lo que "es necesario democratizar este conocimiento" a través de actividades y jornadas como la que se planteaba. Además, recordó que los actuales modelos de masculinidad que existen no son igualitarios porque incitan a modelos de relaciones, tanto amorosas como de amistad, desiguales para las mujeres. "Las muertes por violencia de género a mujeres de 16 a 30 años crecen y eso da mucho miedo", alertó.

Frente a ello, puso toda una serie de ejemplos sobre la resolución de conflictos, sobre todo en la infancia, que se siguen por tradición e inercia que, lejos de ser una solución contra la violencia, la potencian. "Si un niño pega a una niña o a otro niño, le decimos 'perdonalo que no controla su fuerza y daos un abrazo. ¿Le diríamos lo mismo a una mujer adulta?", reflexionó. Ante este tipo de situaciones, Murciano defendió que "las conductas y reacciones violentas no se pueden tolerar a ninguna edad y no pueden quedar impunes".

También valoró que la actuación para erradicar la violencia como forma de proceder en la sociedad "no se puede abordar de forma individual" sino que, en el caso de la escuela, ha de implicarse toda la comunidad educativa, y en un municipio es recomendable elaborar un plan municipal contra la violencia. En todo momento, defendió que en un caso de violencia, la prioridad ha de ser proteger a la víctima y no poner el foco principal en el agresor, aunque sea para castigarle.

Para elaborar estos planes, Marta Murciano ofreció una decena de pautas fundamentales como trabajar la violencia desde los cero años en la familia y en el colegio; crear espacios de diálogo comunitarios tanto en la escuela como fuera; romper la ley del silencio valorando a las personas que denuncian situaciones de agresividad en lugar de tildarles de 'chivatas'; educar en el sentimiento de la amistad que genere un grupo unido que actúe de escudo y ayuda a la víctima; fomentar que los atractivos en las personas sean los comportamientos éticos y no los violentos; dar siempre apoyo a la víctima y no focalizar toda la acción en el agresor, y fomentar la campaña 'No es No'. Asimismo, la experta dio también una serie de consejos para el niño o la niña que está siendo víctima de una situación de acoso escolar para poder "plantarle cara" al "matón de turno" desde la no violencia.

Como conclusión y en alusión al título de la ponencia, la experta instó a todos los sectores de la sociedad y a las instituciones públicas a trabajar de forma conjunta "para que la violencia no esté de moda".

En el apartado de preguntas del público, se planteó si existe un protocolo contra la violencia escolar en Alaquàs y como funciona; como ha de interactuar el binomio familia-colegio, que papel desempeña el Consell de Xiquetes i Xiquets, cómo se puede introducir la educación en la no violencia en un curriculum escolar ya de por sí saturado, si es conveniente realizar sesiones diarias para valorar lo que ha pasado en el patio, si educar en la no violencia no es fomentar la indefensión contra las personas agresivas, cómo se conjuga el derecho de las familias a decidir que sus hijos no reciban determinados contenidos, si los estudios reflejan la incidencia de la escuela en la sociedad posterior o la necesidad de la educación emocional para ofrecer a la infancia herramientas prácticas en la resolución de conflictos.