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En política no todo vale

Quiero hablar desde la tranquilidad de haber tomado la decisión correcta, porque en política no todo vale, y menos aún cuando ese todo viene de tus propios compañeros.

Mi paso por esta estrenada legislatura no ha sido un camino de rosas, y eso es lo que me ha llevado a tomar una decisión difícil pero necesaria, dejar el acta de concejal del Ayuntamiento de Moncada por el Partido Popular.

He intentado desde el principio, con voluntad y tesón seguir adelante, pero ser la nota discordante en una melodía perfectamente «empastada» es lo que tiene. Qué fácil hubiera sido hacer las cosas de otra manera, pero mi lealtad al partido en el que milito desde la mayoría de edad no se lo merecía. No se lo merecían nuestros afiliados a los que debemos máximo respeto, ni nuestros votantes a los que debemos el estar donde estamos.

He dejado el acta que con tanto orgullo he llevado conmigo durante este tiempo, desde la serenidad con que una decisión así debe tomarse. Cuando no se es parte, o mejor dicho, no te hacen sentir parte de un proyecto, del nuevo PP lo llaman, lo mejor es apartarse antes que alejarse de los valores y los ideales por los que un día se decide afiliarse a un partido político.

Doy las gracias porque este tiempo en política me ha permitido descubrir otra forma de vivir el compromiso con la sociedad y la responsabilidad que conlleva lo público.

Quiero agradecer a todas aquellas personas que a lo largo de mi trayectoria como concejal me han apoyado. A las que no me han soltado la mano y no me han dejado caer, y a las que han trabajado codo con codo conmigo. A mi familia pediros perdón por todas las veces que habéis tenido que renunciar a mí, porque siempre habéis respetado mis decisiones, aunque no os gustaran, y a ti que me has dado la fuerza para hacer lo que consideraba en todo momento que es mejor.

Gracias a mi partido, que no dejó bajo ningún concepto. Me quedo con la gente buena que hay porque es mucha. Sólo con que una persona se haya sentido orgullosa de que la haya representado, con mis errores y mis aciertos, me voy feliz. Estaré eternamente agradecida a todos los militantes con los que he compartido, y compartiré ideas, proyectos, valores y principios, porque sin vosotros los representantes públicos no seríamos nada, sin vosotros no hay nosotros.

Por último agradecer a la alcaldesa, corporación municipal, técnicos y trabajadores del Ayuntamiento por vuestro respeto hacia mi persona siempre, y os pido, ya como ciudadana, altura de miras para hacer de Moncada un lugar mejor donde vivir.

Espero que mi decisión de dar un paso atrás, sirva como punto de inflexión, porque el Partido Popular al que represento, todavía tiene mucho que decir y que hacer, y bajo mis siglas seguiré trabajando, porque Moncada lo necesita.

Me voy con una sensación agridulce, con el orgullo de haber dado lo máximo, pero con la tristeza de no haber podido cumplir todos los objetivos con los que llegué a la política municipal. Y es por ello por lo que me invaden dos sentimientos: añoranza por cerrar una etapa de mi vida y la libertad que recupero para hacer y decir lo que considere. Por eso, ahora como presidenta del PP, desde la lealtad a mi partido, pero también desde la autocrítica, he tenido la obligación de decir lo que pienso y así, ayudar, o eso espero, al que hasta ahora ha sido mi grupo municipal, grupo que se estaba alejando del sentir de los militantes.

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