El equipo de gobierno de Godella, formado por Compromís y PSOE, logró el lunes sacar adelante los presupuestos 2020 gracias al voto de calidad de la alcaldesa Eva Sanchis y la abstención de Unidas Podemos. Las cuentas ascienden a 10,7 millones de euros y permitirán al municipio tener partidas nuevas, después de que en este ejercicio gestionarán unas prorrogadas de 2018.

Durante el pleno, el concejal de Hacienda Antonio Segura destacó la necesidad de tener unos presupuestos nuevos para «mejorar y mantener las condiciones de los servicios públicos al ciudadano». Para ello, se aplica una «fiscalidad de carácter progresivo» para que se pague «en función de la capacidad económica del ciudadano». Así, el regidor detalló que el 59% de los ingresos del consistorio provienen de impuestos. Solo en IBI, Godella ingresará unos 4 millones de euros, con un tipo impositivo fijado en el 0,7%. Por ello, lanzó un mensaje para los que no están de acuerdo con esta política: «Adelgazar este capítulo sería no respetar las mejoras y el mantenimiento de los servicios, que deben llegar a todos los vecinos, independientemente de su capacidad económica». Y sentenció: «reducir impuestos sería pegarnos un tiro en el pie».

Tanto Ciudadanos como Partido Popular anunciaron que votarían en contra. Cs reprochó que el presupuesto «carece de coherencia y responsabilidad, tanto en ingresos como en gastos», y mostró su «preocupación» por que los «impuestos y las tasas crezcan en 700.000 euros respecto a 2018». En su exposición, la regidora Amparo Brunchu advirtió de «partidas innecesarias y ficticias». Por su parte, José María Musoles (PP) admitió su «aspiración» de «algún día poder votar a favor de su presupuesto», pero «a día de hoy nos dista un mundo». El popular advirtió de que Godella «tiene una fiscalidad altísima», con el IBI «más alto de toda l'Horta». El edil insistió en que la fiscalidad «debe tener un impacto menor en el bolsillo del vecino» y alertó de que «no se está redistribuyendo de la riqueza sino un aumento de la pobreza». En este sentido, criticó que «gente de fuera se beneficia de servicios de Godella». Y los enumeró: «El 30% de alumnos del conservatorio, de la EPA o el 50% de la escola matinera».

La abstención de Unidad Podemos, que no reveló hasta el final de su intervención, permitió el empate a 8 votos (Compromís-PSOE vs PP-Cs) y que la alcaldesa desnivelará la balanza. Irene Ferré resaltó que llevaban meses trabajando para alcanzar un acuerdo, ya anotado en el pacto de investidura para no prorrogar las cuentas de 2018. La edila admitió que se han tenido en cuenta peticiones de su grupo como aumentar las ayudas a cooperación internacional, las modificaciones de la plantilla, un plan de ocupación de 53.000 euros y las viviendas sociales. Pero sigue esperando un nuevo PGOU, «aspecto medioambiental que pesa mucho». De ahí su abstención.

Sanchis: «No crece la pobreza»

La alcaldesa Eva Sanchis agradeció a Unidas Podemos estar «en sintonía en algunas cosas» y recriminó a Musoles sus palabras. «En este pueblo no está creciendo la pobreza, cuando somos el segundo en renta per cápita. No estamos de acuerdo con su política de fiscalidad porque si hay dinero que no entra, a algún sitio no podrá salir. Quiere decir usted que eliminaría el conservatorio, la escola matinera o la EPA», preguntó. Por último admitió que ambos les separa un mundo: «ustedes son muy de derechas y nosotros, muy de izquierdas».