A Inma García Peris le diagnosticaron miopía magna a los cinco años, sufrió desprendimiento de retina a los dieciséis y, tras las operaciones, se quedó con visión doble, conocido como diplopía. Tras unos años escondiendo esta disfunción, Inma García decidió mostrar al resto de personas cómo veía ella la realidad a través de su visión doble con una exposición, que tras estar en Catarroja, su localidad natal llega ahora a Espai Rambleta, en València, hasta el 20 de marzo. «Double» recoge 26 fotografías, que van acompañadas de una cartela en la que hay escrita una frase en tres idiomas -valenciana, castellano e inglés- que reflejan el sentimiento que le produce a la autora ver así. Junto a esa frase, hay un código QR donde se puede visibilizar un vídeo con una explicación de cada imagen «para que pueda entenderse mejor mi mundo», señala Peris.

Para esta vecina de Catarroja, que por cierto tiene su página de calendario de Catarrogines 2020, en esta muestra, «expongo mi día a día, en situaciones cotidianas en lugares reales. Soy yo y quiero representar como yo veo, como es mi mundo doble», afirma.

Historia de superación

Inma García Perís reconoce que pese a su problema de visión ha hecho prácticamente de todo, lo que cualquier otra niña de su edad hacía, «me gustaba jugar, pero había ciertos deportes, como por ejemplo jugar al tenis, que se me daba fatal». Esta visión doble no le impidió licenciarse en filología inglesa, incluso llegó a terminar sus estudios en EEUU, «haciendo un gran esfuerzo porque yo no lo comentaba a nadie, pensaba que me iba a cerrar puertas, hablábamos de minusvalía y yo no quería que me colgaran esa etiqueta. Es una incapacidad invisible que he llevado yo, pensaba que no estaba, pero está y puedo decir que ya no luchó contra ello, sino con ello, lucho con mi diplopía de la mano, y estoy aquí para visibilizar mi realidad diferente», concluye.