Pese al decreto de Estado de Alarma que entró en vigor el sábado por la noche, impidiendo los desplazamientos por la vía pública, salvo casos excepcionales y justificados, el domingo fueron un buen número los vecinos de la comarca de l'Horta que decidieron salir a dar un paseo, viéndose sorprendidos por la Policía Local. Al menos cerca de medio centenar de personas fueron sancionadas y más de una veintena identificadas por diversos motivos.

El caso más grave se produjo el domingo en Silla, cuando agentes de la Policía Local detuvieron a una mujer que se encontraba leyendo un libro en un parque precintado y se negó a volver a su casa pese a la advertencia de los agentes de que estaba incurriendo a un delito de desobediencia tras decretarse la prohibición de la libre circulación por las vía pública.

Fueron los vecinos los que alertaron a los agentes de la presencia de una mujer que estaba sentada en el parque de la Señoría de Silla. Los agentes se personaron en el lugar y confirmaron que se encontraba una mujer de mediana edad, leyendo un libro sentada en un banco y que para acceder allí había roto el precinto que impedía la entrada.

Según fuentes policiales, los agentes pidieron a la vecina que se marchara a su casa a lo que ella se negó alegando su derecho a ser libre. Tampoco facilitó su documentación para ser identificada y empezó a mostrar una actitud violenta con los policías que finalmente decidieron detenerla y la llevaron esposada al cuartel de la Guardia Civil, donde la dejaron a disposición judicial. De la mujer de momento solo se conoce que es vecina de Silla, no tiene antecedentes y tampoco consta que sufra ninguna enfermedad mental.

Por otra parte, la Policía de Silla tuvo que acudir a la zona de Las Eras, zona habitual de los vecinos para celebrar la Pascua, donde se acumuló un gran número de personas para pasar el día incumpliendo la ley.

En Quart de Poblet, la Policía Local impuso durante el fin de semana una treintena de multas por incumplir el decreto de Estado de Alarma y no hacer caso a las instrucciones de los agentes para que regresaran a sus domicilios. Desde el consistorio apelan a la colaboración ciudadana y piden que se sigan las instrucciones establecidas por el gobierno, recordando que las infracciones graves pueden llegar a ser multadas con hasta 30.000 euros.

En Benetússer, los agentes también impusieron a lo largo de la tarde del sábado tres sanciones por circular en la vía pública además de desalojar un bajo donde estaba un grupo de personas celebrando un cumpleaños.

También fue amonestado un vecino que iba paseando por la calle junto a un menor. En Sedaví,además se tuvo que emitir un bando para que las familias no fueran en grupo a sacar al perro.

En Aldaia, también la Policía Local se vio obligada a imponer diversas multas a ciudadanos y ciudadanas que circulaban por las calles con objetivos diferentes a los que imponen las restricciones marcadas por el Gobierno de España. Paseos o rutas en bicicleta fueron sancionadas con multas de diferentes importes.

En Rocafort, la Policía Local identificó hasta a 22 personas por estar en la calle sin motivo justificado, siendo sancionadas tres por desobediencia al negarse a regresar a sus casas y seguir con sus planes previstos, como «dar un paseo por la huerta para despejarse o que les diera el aire», según explicaron fuentes solventes. En estos tres casos, se iniciaron procedimientos sancionadores, con multas mínimas de 1.500 euros, según las mismas fuentes. Respecto a los otros 19 casos, se les conminó a volver a sus domicilios, pero quedaron identificados por si incumplen el decreto en posteriores ocasiones.

En Xirivella, la Policía Local impuso sanciones a dos establecimientos hosteleros que decidieron abrir sus puertas, congregando a diversos clientes, que estaban consumiendo comida y bebida cuando entraron los agentes.