El sacerdote valenciano Miguel Lluch Cerezo, que fue durante 30 años titular de la parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent, ha fallecido a los 89 años de edad en la residencia sacerdotal de San Luis Bertrán, de València.

Natural de Alboraia, Lluch recibió la ordenación sacerdotal en València en 1955 y su primer destino fue como párroco en Navalón, donde permaneció dos años.

En 1958 fue nombrado titular de la parroquia de San Fernando Rey, de València, al frente de la cual estuvo hasta 1968 cuando marchó como misionero a Argentina. Regresó en 1980 y fue designado ese mismo año párroco de la Asunción de Nuestra Señora de Torrent, donde permaneció hasta su jubilación en 2010.

Miguel Lluch ha sido, además, responsable diocesano de Pastoral prematrimonial entre 1982 y 1985, y formó parte del Consejo Presbiteral, del Colegio de Consultores y de la Comisión Diocesana para el Clero. Desde 2010 era director espiritual del Seminario Menor de València.

Desde la parroquia torrentina lamentaron el fallecimiento de Lluch, muy conocido en la capital de l'Horta Sud. "Hoy nuestra comunidad llora la pérdida de Don Miguel, pero se reconforta sabiendo que ya celebra la Pascua en presencia del Padre", señalan. En este sentido, la parroquia de Torrent anuncia que ofrecerá durante los próximos treinta días las misas gregorianas en sufragio de su alma (19'30 de lunes a viernes y 11'30 los domingos). En cuanto sea posible, la comunidad de Torrent celebrará un funeral por el eterno descanso.

Hijo Adoptivo

"Yo siempre he sido torrentino. Todos me habéis ayudado a ser de Torrent y de hacer de este pueblo una ciudad abierta a todos los desafíos. Siempre me tendréis, lo que me sorprende es que no me hayáis tirado antes". Con estas palabras, Miguel Lluch recogía en julio de 2010 la placa que le otorgaba el reconocimiento de Hijo Adoptivo de la localidad.

Con aquel acto, con motivo de su marcha de Torrent por su jubilación, el ayuntamiento le reconocía toda su labor durante tres décadas, a nivel social, cultural, religioso y solidario. Así, se recuerda su afán por la recuperación de la histórica Mare de Déu del Pòpul, la reclamación de los derechos de los torrentitos, a través de la renovación de los estamentos sociales de la ciudad, y su empeño en mejorar el nivel cultural de los vecinos a través de la promoción de cursos en el Instituto Social Obrero.

Su reconocimiento en 2010, también sirvió para destacar que fue un abanderado de la promoción integral de la mujer de Torrent y el promotor de las fiestas patronales de Moros y Cristianos, vinculada als Sants Patrons del 30 de julio. Fue promotor de Sínode Diocesà implicando a más de 800 personas y trabajó para la modernización de la ciudad y de las infraestructuras del cementerio parroquial, instalando un crematorio y dos tanatorios.

"En estos 30 años Dios ha hecho todo esto a través de mí. Estoy muy emocionado. Todos los buenos actos y palabras que habéis descrito han sido gracias a que todos vosotros habéis estado allí a lo largo de mi vida y todo eso vuelve ahora a vuestros corazones", dijo Lluch al recoger su distinción.