Los mercados ambulantes semanales de los municipios siguen el proceso de desescalada y van volviendo a las calles y plazas. De este modo, el mercadillo de Paterna ha recuperado este martes su actividad tras la suspensión de su celebración con motivo del estado de alarma por la crisis del coronavirus.

Para garantizar la seguridad y las medidas de distanciamiento entre vendedores y usuarios, el Ayuntamiento acordó con los comerciantes un cambio de ubicación, y la instalación se ha realizado en la explanada del cohetódromo, lugar en el que se celebrará todos los martes hasta que la situación derivada del COVID19 así lo requiera.

De esta manera, tal y como ha informado el concejal de Comercio, Fernando Carrión, “el mercado se ha instalado en un recinto cerrado, al 50% de su ocupación, sobre una extensión de 702 m2, con un máximo de 37 paradas separadas entre sí por una distancia de 2 metros y medio y un aforo de 100 personas”.

Además, el Ayuntamiento ha proporcionado dispensadores de gel hidroalcohólico para la desinfección de manos en el acceso al recinto, y ha habilitado una zona de salida distinta del acceso para evitar aglomeraciones y permitir la actividad de comerciantes y usuarios con mayores garantías.

El consistorio ha desinfectado la zona antes y después del montaje del mercado ambulante y ha controlado el acceso de los vecinos y vecinas de Paterna, además de recordar el uso obligatorio de mascarillas para todos aquellos que se encontraran dentro del recinto.

En l'Horta Sud

Por su parte, en Aldaia, este miércoles, 10 de junio, volverá a estar activo el mercado ambulante con nuevas medidas implementadas para garantizar la seguridad ante la pandemia provocada por la COVID-19.

De esta manera, al espacio ya asignado tradicionalmente para el mercado de los miércoles se amplía la extensión en las calles Teodoro Llorente y Las Eras, y se suma el permiso de ocupación de las paradas alrededor de la plaza Europa, para garantizar la distancia entre comerciantes en todas las calles ocupadas. Unas calles que además limitarán las entradas y salidas a tres puntos de las calles Las Eras, arriba y bajo, y Teodoro Llorente, al extremo más próximo en la calle València.

Por otro lado, el mercadillo de Aldaia quedará dotado de puntos de información con dispensadores de gel hidroalcohólico y guantes para cubrir necesidades. Y se hace obligatorio el uso de mascarilla y la distancia de seguridad entre los usuarios. El aforo queda limitado un máximo de 600 personas, que supone el 30% de su capacidad.

Por ello, el área de Comercio del Ayuntamiento se encuentra estos días informando al vecindario y colocando carteles informativos con el nuevo mapa de ocupación del mercado. Igualmente, se reforzará la tarea con los conocidos como ‘Agentes COVID’ que recordarán la normativa en turno al mercado cada miércoles mientras duro la actual situación sanitaria.

El mercadillo de Aldaia vuelve a possar-se en marcha con todas las garantías para volver a disfrutar con seguridad de las paradas de siempre. Los comerciantes, de hecho, han visto suprimido el pago del impuesto para todo lo que queda de año. Una medida aprobada por el ayuntamiento con el objetivo de ayudar a paliar los efectos de la pandemia que obligó a suspender el servicio durante los meses de marzo, abril y mayo.