El reparto del fondo de 800 millones de euros por parte del Ministerio de Transporte a las comunidades autónomas, para compensar la pérdida de ingresos de los operadores de transporte público interurbano de las autonomías por la crisis del coronavirus, ha vuelto a poner de manifiesto el «desigual, irregular e imprevisible» trato que recibe en esta materia la C. Valenciana, según denuncia la Plataforma pel Transport Públic, un colectivo que engloba a los usuarios de Aldaia, Alaquàs, Xirivella, Barrio del Cristo y la avenida de la Paz de Mislata.

Y es que de los 800 millones, la C. Valenciana solo recibirá 40, lo que representa el 5% del total, mientras que Madrid y Cataluña, aglutinan entorno al 64%, con 258 y 240 millones respectivamente. Por este motivo, la Plataforma pel Transport Públic urge a la creación de la Ley Estatal y otra valenciana respecto al transporte, para que se garantice la «equidad e igualdad» entre los viajeros y se evite la «discriminación actual» que «sufren vecinos de municipios limítrofes», advierte el presidente del colectivo, José Luis Sanz.

Pequeños reinos de taifas

La entidad considera que, además de la ausencia de una ley valenciana de trasporte, el «principal problema de la falta de consideración hacia la C. Valenciana es la falta de funcionamiento, competencias y fortaleza de la Autoridad del Transporte Metropolitano». Para José Luis Sanz, este ente «es clave para tomar decisiones unificadas, y también reclamaciones». De otra forma, «se convierte todo en pequeños reinos de taifas, que cada uno (EMT, FGV....) reclama lo suyo». En este sentido, el presidente del colectivo recuerda que de los diez millones que el Gobierno concedió el pasado año a la C. Valenciana para el transporte público, «EMT y FGV se repartieron casi al 50% todos los fondos, dejando una pequeña cantidad para el MetroBús», incide. Precisamente es este último el que utilizan los miles de viajeros de los municipios que aglutina la plataforma.

Por tanto, sin una ley unitaria y la entidad metropolitana, la Plataforma pel Transport advierte de que se sigue produciendo «discriminación» entre líneas y viajeros «situados en sus fronteras municipales». José Luis Sanz recuerda que la «única linea rentable del transporte metropolitano de autobús es la que recorre nuestros municipios, principalmente porque es el único servicio que nos permite viajar a València, ya que no tenemos metro y el servicio de Cercanías es muy caro y lento, y casi nadie lo utiliza».

De tal forma que la rentabilidad de los viajeros de Aldaia, Alaquàs y Xirivella, «le sirve a la conselleria para que sufraguemos otras líneas deficitarias». Y pone como ejemplo, la línea 150 del metrobús, que recorre la distancia entre el aeropuerto de Manises y el Mercado Central de València. «Ese trayecto apenas tiene viajeros, ya el coste del metro entre Manises y la Plaza de España es de 1,10 euros, mientras que en autobús asciende hasta el 1,45», detalla el presidente de la entidad. Por tanto, «la concesionaria de la linea sabe que nosotros sí somos rentables porque es el único transporte, pero mantiene un servicio pésimo y con malas frecuencias». Sanz señala que el 80% de usuarios del autobús que recorre estos pueblos son mujeres que van a la capital a realizar labores, principalmente de limpieza.

Tiempo y coste del billete

Pero no solo lamentan que en los últimos veinte años «apenas ha mejorado el transporte metropolitano», sino que inciden en las diferencias de precios que deben asumir los usuarios. «Son diferencia abismales, aunque estes separado por una sola calle», dice Sanz. Y se explica. «En València, las personas jubiladas pueden disfrutar por 20 euros de un bono para la EMT, con el que pueden viajar todo el año. Mientras que vecinos del Barrio de la Luz, pegado a la capital, debe amoldarse a otros precios», critica la Plataforma pel Transpor Públic, que insiste en que con una ley valenciana, se «debería garantizar la equidad entre los viajeros». También sostiene que si un estudiante de Xirivella quiere desplazarse hasta la Universidad Politécnica, «le cuesta tres euros y más de una hora de trayecto, mientras que para un alumno de Torrent, el resultado es 1,05 euros por 35 minutos de trayectos. Es incomprensible la discriminación de calidad, frecuencia y coste»».