La empresa que gestiona la piscina de cubierta desde el año 2002 ha anunciado que abandona las instalaciones, debido a las pérdidas ocasionadas por la pandemia, que ha obligado a cerrar el complejo en varias ocasiones en el último año. Desde el ayuntamiento avanzan que ya tienen perfilado un nuevo pliego para licitar la gestión cuanto antes.

Según el comunicado de la empresa Activitat Aquàtiques L’Horta, la pandemia obligó en 2020 a reducir primero el aforo y al posterior cierre durante varios meses, circunstancia que supuso “una caída constante del número de usuarios, provocando grandes pérdidas económicas”.

Por tal motivo, explican que comunicaron la situación al consistorio, y se inició un proceso administrativo para tratar de fijar un reequilibrio económico “para calcular las pérdidas a las que nos enfrentábamos mes a mes”. Pero dicho proceso, “agotador y frustrante”, afirman, no se ha podido culminar “no cuantificándose la cantidad con la que piensan hacer frente a dicho equilibrios económico, desconociendo los plazos en se pretende hacer efectivo dicho pago”.

La tercera ola de covid-19 y un nuevo cierre de la instalación por las medidas sanitarias sin una fecha concreta para el regreso, ha sido la puntilla para la gestora que ha anunciado su abandono. “Este segundo cierre y la falta de ayudas concretas no ha obligado a tomar esta dolorosa decisión. Dieciséis trabajadores se quedan en la calle y se corta, no sabemos durante cuánto tiempo la actividad de la piscina cubierta”.

Por su parte, Fernando Oliveros, concejal de Deportes, admite que se trata de una situación “complicada” ya que “legalmente no podemos asumir esas pérdidas”. El regidor socialista explica que la concesionaria paga un canon anual de 3.000 euros y todos los beneficios son para ella. “No hemos encontrado la manera de comprobar lo que dicen que pierda”, indica Oliveros, que señala que el contrato vencía el pasado octubre pero se le iba permitir continuar con la actividad hasta junio para acabar la temporada y que obtuviera nuevos ingresos. “Pero el cierre por la pandemia nos ha paralizado a todos”, admite.

Ahora, el equipo de gobierno ya tiene perfilado un nuevo pliego de condiciones para tratar de licitar el servicio cuanto antes. En este sentido, avanza que durante estas semanas de cierre se aprovechará para poner la instalación a punto para su reapertura.

Perjuicio para el club

El Club Natación Godella, por su parte, explica que el «dramático» cierre de las instalaciones «abre una incógnita para nuestro club en lo referente a la posibilidad de continuar entrenando cuando se recupere la actividad normal para la actividad física y deportiva». Por el momento, el club privado ha decidido no pasar más recibos hasta que no se aclare la situación. En este sentido, anuncia que «vamos a presionar para conseguir que el club tenga la posibilidad de continuar con su actividad».