Manises ya puede presumir de ser una de las 295 ciudades que forman parte de la Red de Ciudades Creativas de la Unesco, constituida en el año 2004 para fomentar la cooperación internacional entre ciudades de todo el mundo.

Esta distinción internacional, en la modalidad de Artesanía y Artes Populares, reconoce los 700 años de actividad ceramista ininterrumpida en Manises y la convierte en la única ciudad española que ha conseguido esa distinción hasta el momento.

En este sentido, el Ayuntamiento de Manises ha demostrado durante los últimos años su voluntad por implementar políticas de desarrollo que tengan en cuenta la protección y la promoción de la cerámica, considerada como un motor económico y social para la ciudad, además de un acicate para la regeneración urbana.  

«Este reconocimiento internacional, por parte de un organismo de la categoría de la Unesco, supone un impulso importantísimo en la apuesta de Manises por el sector cerámico y para hacer de la ciudad un referente mundial en este ámbito, capaz de generar oportunidades y dinamizar económica, social y culturalmente este motor de desarrollo», señaló el alcalde de Manises, Jesús Borràs Sanchis, tras la confirmación del reconocimiento por parte de la Unesco.

Un vínculo muy estrecho

Manises posee un vínculo muy estrecho con la artesanía cerámica, labrado durante más de siete siglos, hasta el punto de configurar la identidad de la ciudad.

La actividad ceramista es la que mejor define la historia de la localidad, desde los vestigios previos a la conquista cristiana del siglo XIII. «Manises es la ciudad que es gracias a la cerámica y no debemos olvidarlo. Tenemos que recuperar la tradición, ponerla envalor y luchar para dignificar la cerámica», destaca Pepe Royo, ceramista de siete generaciones. 

Tras la expulsión de los moriscos, el sector cerámico manisero vivió una enorme crisis que no logró superar hasta el resurgir económico y demográfico de finales del siglo XIX. Este episodio dio lugar a la industrialización del sector cerámico, con el edificio El Arte como principal exponente. Actualmente, sirve como sede de la Colección Museográfica de Fotografía de Manises Carlos Sanchis (MUMAF).

En este punto, la producción de azulejos propició la remontada del sector cerámico, como artículo decorativo y elemento de construcción.

Sin embargo, Manises debe gran parte de su fama a nivel nacional e internacional a la cerámica de reflejo metálico, una milenaria técnica inspirada en el estilo islámico y que todavía hoy en día se conserva entre los artesanos locales.

Manises mantiene vivo su carácter de ciudad ceramista gracias a los artesanos locales. PILAR ALBELDA VALLS

Un material muy presente

La cerámica define el paisaje urbano de Manises, a través de sus bellos edificios decorados con azulejos, los paneles y elementos cerámicos en las calles y plazas de la ciudad o el nombre que reciben algunas de sus calles. Entre el enorme patrimonio del que dispone la ciudad alfarera, destacan los diez edificios públicos patrimoniales relacionados con la cerámica, las siete salas de exposiciones públicas, los grafitis urbanos de cerámica, las etnografías del Museo de la Cerámica o los diferentes talleres, estudios, laboratorios y naves industriales que conforman el paisaje cerámico de Manises.

Un breve paseo por la localidad permite al visitante apreciar la impronta que ha dejado la cerámica sobre el paisaje urbano, los usos y las costumbre de la ciudad. Esta se puede observar claramente en algunos puntos emblemáticos de la localidad, como la avenida Blasco Ibáñez, que cuenta con un monumento al ceramista manisero —en honor a José Gimeno Martínez— o los diferentes monolitos cerámicos que muestran gráficamente la vida y las obras del autor valenciano que da nombre a la avenida; la iglesia de San Juan Bautista, que cuenta con diferentes composiciones de azulejos y paneles cerámicos, entre los que destacan el zócalo original de la iglesia, un via crucis sobre azulejos y un panel de la última cena; o la fachada del mercado municipal Els Filtres, que dispone de una extraordinaria muestra de paneles cerámicos del siglo XVII en los que se reproducen los usos y costumbres de los mercados valencianos de la época.

Por otro lado, Manises conjuga también los espacios verdes con su tradición cerámica. Ejemplo de ello son el parque de Els Filtres, una zona de ajardinamiento con paneles cerámicos que incluyen ilustraciones del personaje de cómic ‘Pumby’ y ofrecen una visión cronológica de la historia de la Comunitat Valenciana;el parque del Ferrocarril, decorado con murales cerámico que representan la historia de este modo de transporte que permitió a los fabricantes de cerámica locales recibir materia prima y dar salida a sus productos;o el parque Gabriel Navarro, un homenaje al hijo adoptivo de Manises que cuenta con una representación de paneles cerámicos con todos los escudos de las capitales de provincia españolas.

La ciudad presume también de contar con un área recreativa en el Parque Fluvial del Túria, ofrece un espacio cómodo y adaptado para disfrutar de una excursión fácil de hasta seis kilómetros por la ribera del río y con espacios acondicionados para completar una agradable escapada campestre. Además, recientemente se estrenaron dos itinerarios naturales —Ruta de las Masías y Ruta del Rincón— pensados para pasear, correr, ir en bicicleta o practicar la macha nórdica.

En su misión de promover la tradición cerámica de la ciudad, el Ayuntamiento de Manises ha diseñado,a través de su Oficina de Turismo, una ruta gratuita para dar a conocer los monumentos más importantes de la ciudad de Manises. Esta se añade a la Ruta Europea de la Cerámica, de la que también forma parte.

La Ruta de la Cerámica, que empieza en la antigua estación de tren, muestra algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, como el Museo de Cerámica de Manises, único edificio civil del siglo XVIII que existe en la ciudad y que, desde 1985, ejerce como museo monográfico de cerámica; la antigua fábrica de Francisco Valldecabres, una de las más importantes a principios del siglo XX e inspirada en la fachada de la Lonja de València; o la fábrica «La Cerámica Valenciana de José Gimeno», con más de cien años de trayectoria y que cuenta con ocho salas de exposición en las que muestran la riqueza de la cerámica valenciana y su evolución a través de los siglos.

Fachada del edificio El Arte, que actualmente sirve como sede del MUMAF. ED

Festivales cerámicos

Además de las rutas que descubren los puntos más señalados de la cerámica en Manises, la ciudad también organiza numerosos eventos que giran en torno al mundo de la cerámica. Entre las actividades internacionales orientadas a los profesionales del sector, destaca la Bienal Internacional de Cerámica de Manises, que es uno de los concursos de cerámica contemporánea más importantes de Europa y que, en 2022, celebra su XV edición. Se trata de un certamen con una amplia proyección mundial y que, en su última edición, reunió a artistas procedentes de más de 40 países.

Por otra parte, en Manises se lleva a cabo una serie de eventos de carácter popular, como es la Cabalgata de la Cerámica, que se celebra cada 18 de julio desde hace más de un siglo y está considerada de Interés Turístico Regional. 

Se trata de un desfile festivo al que asistieron, en las últimas ediciones, al menos 40.000 personas. Los organizadores, que son los clavarios de las Santas Justa y Rufina, recorren las calles en carrozas, mientras regalan al público objetos de cerámica elaborados por los artesanos locales. 

Por último, destaca la Fiesta de la Cerámica que se celebra desde 1972 en el marco de las festividades locales de Santa Justa y Rufina, patronas de los ceramistas. Durante esos días, artesanos y artistas convierten la ciudad en un sorprendente escenario cerámico y hacen demostraciones y otras actividades en las calles donde la gente puede participar haciendo una pieza cerámica o comprar las piezas expuestas.

En la actualidad, Manises mantiene el carácter de ciudad ceramista y prosigue con la fabricación de estos objetos, tanto desde el punto de vista tradicional como del contemporáneo. 

La continuidad con la tradición, unida a la búsqueda de un buen diseño de producto y al cuidado de su manufactura, hace que esta ciudad siga manteniendo su prestigio internacional tras siglos de dedicación.