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Una empresa rescata y reconstruirá la residencia de Picanya tras dos décadas de planes fallidos

La firma ha tenido que asumir la deuda de la primera adjudicataria de 3,8 millones y ha logrado ya los permisos municipales

Vista general de la residencia.

Durante 15 años, ha sido uno de los peores vestigios de la crisis inmobiliaria de 2008, una especie de edificio fantasma en medio de una parcela con montañas de tierra y de malas hierbas. Pero tras un farragoso proceso judicial y administrativo, que ha durado dos años, y un desembolso superior a ocho millones de euros, por parte de una empresa privada, el proyecto para construir una residencia municipal para personas mayores en Picanya puede hacerse realidad. De hecho, el consistorio ya ha otorgado las licencias ambiental y de actividad, por lo que las obras pueden comenzar en breve.

El asunto se remonta al inicio del siglo XXI, cuando el Ayuntamiento de Picanya proyectó una residencia para 125 plazas en un terreno junto al parque de bomberos, en la entrada a la población desde Torrent, y la adjudicó en 2001 por el sistema de concesión obra (la empresa que la construía, la gestionaría después por 50 años) a una firma de Madrid. El contrato se firmó finalmente en 2003 y la obra arrancó aunque los problemas internos provocaron que estuviera paralizada.

Vista general del edificio donde se proyectó la residencia. L.S.

En el año 2007 y tras incumplimientos reiterados de los plazos, alegando la empresa problemas de financiación, el consistorio inició el proceso para rescindir el contrato e incluso abrió un expediente sancionados en el que amenazó a la sociedad con una multa de 600.000 euros. Aunque la obra se reemprendió y llegó a estar acabada la estructura, la taquiquería y colocados los ventanales y puertas, finalmente los problemas de la firma dieron al traste con el proyecto.

“Llegó la crisis de 2008 y nos resultó imposible encontrar a otra empresa que se hiciera cargo del proyecto. La adjudicataria había contraído deudas con proveedores por una cantidad importante”, explica el alcalde de Picanya, Josep Almenar.

Y como tantos otros inmuebles en la comarca de l’Horta, el edificio quedó abandonado y expuesto a destrozos, actos vandálicos y expolios durante años. Las ventanas desaparecieron así como los elementos metálicos; las paredes se fueron cubriendo de pintadas y grafitis (algunos de ellos artísticos), en la parcela, cuyo vallado está abierto desde hace años y se fueron acumulando montañas de escombros.

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Edificio en ruinas de la residencia de Picanya. L.Sena

El abandono provocó desde un incendio, en los primeros años, por la existencia de gran cantidad de hierbajos resecos, e incluso se tuvo que intervenir porque el edificio fue ocupado durante un tiempo, lo que motivó que el consistorio ordenara a la empresa adjudicataria tapiar los principales huecos, lo que se hizo en parte.

En el año 2018, el Ayuntamiento de Picanya intentó en vano encontrar una empresa que asumiera el proyecto pero entonces no fue posible. “Hemos estado trabajando para ello porque el proyecto de tener una residencia municipal seguía vigente”, ha explicado el alcalde a Levante-EMV.

Finalmente, una firma se interesó por el proyecto y, en los últimos dos años, ha tenido que pasar por un farragoso proceso judicial y administrativo. La anterior empresa había dejado una deuda hipotecaria y con acreedores de 3,8 millones de euros, por lo que la nueva firma tuvo que personarse en el proceso judicial y lograr que los tribunales le adjudicaran el crédito, cuando fue subastado.

Vallado destrozado con la residencia al fondo. L.S.

Tras haber logrado el visto bueno del pleno, la firma presentó un nuevo proyecto para la residencia, en el que reconstruye el edificio ruinoso “porque se ha valorado que la estructura es válida” aunque tendrá que modificar sustancialmente el plan inicial, ya que “la legislación ha cambiado y hay que ampliarlo”. En el nuevo proyecto, que ya cuenta con licencia ambiental y de obra otorgadas por el ayuntamiento, se concibe el edificio para 140 plazas de residencia y 25 de centro de día. En el exterior, se habilitará un gran bosque mediterráneo como jardín.

Fuentes municipales han indicado que, tras haber desentramado el complejo procedimiento, la obra puede empezar en unas semanas. Para reconstruir y equipar la futura residencia, se ha previsto otra inversión de 5,49 millones de euros.

Antes de comenzar la obra propiamente dicha, será necesario realizar trabajos de desescombrado y limpieza del edificio y de la parcela, ya que la maleza, las montañas de tierra, los cristales, los restos de obras y las basuras se acumulan tanto en el exterior como en todas las estancias que se construyeron.

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