La rotonda a la carretera CV-407 situada entre Picanya y Paiporta, impulsada por la Consellería de Obras Públicas, va a cubrir tramos de las acequias de Faitanar y Benàger y se quedará a pocos centímetros de las lenguas de Faitanar o de Paiporta, uno de los principales partidores de la huerta de València, según la denuncia de Per l'Horta, que critica «el desinterés de las instituciones por el patrimonio hidráulico» de la comarca. En total, el proyecto supondrá la desaparición de 10 000 m² de huerta.

El partidor afectado está reconocido como un «punto de reparto clave» y «uno de los pocos elementos valiosos desde el punto de vista patrimonial que quedan a la acequia de Benàger y Faitanar», según el catálogo de patrimonio de l'Horta elaborado por la Cátedra de l'Horta de València: Territorio Metropolitano, de la Universitat de València.

El partidor conocido como las lenguas de Paiporta es el punto donde la acequia de Benàger-Faitanar, una de las siete acequias madre de l'Horta, se divide en las madre de *Benàger y Faitanar, los dos brazos que reciben las aguas en partes iguales. La rotonda cubrirá 180 m² de estas acequias milenarias: 141 m² del brazo de Faitanar y 40 m² del de Benàger.

El proyecto se basa en la construcción de una gran rotonda de 60 metros de diámetro que dejará una isleta interior de 1500 m² y una segunda isleta de 2500 m² como separación entre dos viales. Por l'Horta denuncia que rotondas de estas dimensiones tendrían que estar prohibidas a la huerta, un territorio frágil con una figura de protección internacional al estar reconocida como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por Naciones Unidas. Los caminos de huerta están protegidos por la Ley de Huerta y la construcción de rotondas va en contra de esta protección.

Desinterés por el patrimonio hidráulico

El colectivo agrario denuncia que la situación que se ha producido deja en evidencia la desprotección de los elementos patrimoniales de la huerta, consecuencia del escaso desarrollo de la Ley de l'Horta de València y el desinterés de la Consellería de Cultura por el patrimonio hidráulico. El partidor de Faitanar tan solo tiene una protección como bien de relevancia local, que es «claramente insuficiente», según Per l'Horta, puesto que no ha servido para evitar la cubrición de la acequia inmediata, que se podría haber evitado con una ligera modificación del proyecto.

Tramo por donde discurre la acequia. p.H.

La administración argumenta que las rotondas mejoran la seguridad viaria al reducir la velocidad del tráfico. Desde Per l'Horta, pero, se argumenta que se podría conseguir el mismo efecto con una rotonda más reducida y carriles más estrechos, lo cual afectaría una menor superficie de huerta y con un gasto menor para el contribuyente. «La conselleria siempre apuesta por las soluciones más grandes, más caras y más agresivas con el territorio. Poco efecto pacificador sobre el tráfico puede tener una rotonda con carriles de 4 metros, comparables a los de una autovía», comenta Marc Ferri, portavoz del colectivo.

Orígenes andalusís

El conjunto ahora amenazado tiene unos claros orígenes andalusís, anterior a la conquista de Jaime I y, seguramente, una datación milenaria. De acuerdo con los estudios de Ferran Esquilache, especialista en hidráulica andalusí a la huerta de València, se trata de un partidor que repartía el agua entre dos pequeñas huertas vinculadas a alquerías andalusís. La alquería de Cotelles, que aparece mencionada en el Libro del reparto, y una segunda situada a la huerta histórica de Paiporta, ahora ocupada por el crecimiento de esta población.

En las redes hidráulicas históricas, las acequias madre y los partidores de lenguas son elementos centrales del sistema y, por lo tanto, se consideran parte de los elementos originarios del momento de su creación. En consecuencia, el conjunto de partidor y brazos afectado por la rotonda es claramente uno de los más antiguos de la huerta y hubiera estado merecedor de una mayor protección patrimonial, según Per l'Horta.