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Jorge López logra el puesto 23 en el Iron man de Utah

El deportista regresa de una "durísima" experiencia que incluyó una visita turística al Gran Cañón de Colorado

Jorge López logra el puesto 23 en el Iron man de UtahL-EMV

El deportista de Alaquàs Jorge López está de regreso de una de las pruebas más duras que se organizan en el mundo, el Iron Man de Saint George, en Utah (EEUU), donde ha quedado en la posición 23 de su categoría. Tras un viaje de varios transbordos, seis horas de coche para llegar al destino, y varios días de reconocimiento del terreno, que incluyeron una excursión al Gran Cañón de Colorado, el atleta participó en una competición que, de nuevo, volvió a poner a prueba sus fuerzas.

El iron man es una prueba que combina diversos deportes ya que incluye una carrera de nado de 3.86 kilómetros, otra en bicicleta de 180.25 kilómetros y una maratón de 42.20 kilómetros, que se desarrollan en ese orden, con un tiempo limitado. Con su participación, Jorge López acudía a su segunda prueba internacional de este tipo, ya que en 2017 compitió en Hawai.

López, que ha contado con el respaldo del club Triculpelat de Alaquàs, ha preparado este Iron Man a conciencia con horas de entrenamiento diario durante meses. La fase dura de la preparación culminó tres semanas antes de la prueba en Utah, con una jornada de 164 kilómetros en bici y posterior, y los restantes 21 días los dedicó a preparativos, descanso y pruebas más suaves.

Ruta en bici por el parque nacional de las Montañas Rocosas de St. George.

Seis días antes de la jornada, Jorge López, que ejerce de Policía Local en Torrent, viajó a Estados Unidos con otros dos compañeros, lo que comportó trasladarse a Madrid, hacer doce horas de vuelo hasta Los Ángeles y desde allí emprender una ruta de otras seis horas de coche hasta Las Vegas y finalmente llegó a St George.

En la primera jornada, visitaron la zona de meta y las instalaciones y, esa misma parte, comenzaron a acoplarse a la prueba con una carrera a pie por el circuito de la maratón. En la segunda jornada, hicieron dos horas de bici por parque nacional de las Montañas Rocosas de St. George, en las que López aprovechó para probar el material que iba a utilizar en el Iron Man.

La natación en el lago tuvieron que dejarlo para otra jornada por el fuerte oleaje. Y 36 horas antes del pistoletazo de salida del Iron Man pudieron disfrutar de dos entrenamientos sumergiéndose en el agua a 15ºC, y realizando el reconocimiento de la última subida de 4.40 kilómetros de la carrera, con rampas del 12% de pendiente.

El día de la gran prueba

Tras culminar la prueba en la posición 23, Jorge López hizo la primera valoración a través de las redes sociales: "sabíamos que iba a ser duro pero nunca imaginábamos que tanto". "Natación en soledad, pasando a multitud de triatletas que habían salido delante, agua fría pero aguantable", dijo de la primera prueba. La parte en bicicleta fue "durísima" porque supuso hacer 180 kilómetros con diferentes desniveles y soportando ráfagas de viento de 40 y 50 kilómetros por hora "que hacían peligrosas las bajadas", además de "muchísimo calor y baja humedad, sin buenas sensaciones desde el kilómetro 1 y sin poder comer por dolor de estomago".

Aún así, su ánimo no decayó cuando tuvo que afrontar la maratón, que considera la "más dura" de todas las que ha hecho, con un recorrido de 42,2 km a pie y a 34 ºC de temperatura, "a base de agua y coca-cola por era imposible tomar un gel". Su objetivo no era lograr subir al podium sino entrar en meta. "Competir en un campeonato del mundo es imposible. Muchísimo nivel. Hay que ser humildes y realistas", dice. Por ello, el puesto 23 de su categoria es "un meritorio puesto para un mundial".

Otros atractivos del viaje.

Durante los trámites que comporta la prueba, el deportista de Alaquàs tuvo ocasión de conocer a dos leyendas de este tipo de competiciones, Mark Allen y Dave Scott, "con 12 campeonatos del mundo en sus piernas", con los que se fotografió.

lsena@epi.es

Y además, tres días antes de la gran prueba, López y sus dos compañeros viajaron al Gran Cañón del Colorado, "pudiendo comprobar la inmensidad y la grandeza de la zona". Allí aprovecharon para "rodar 45' a 2200 metros positivos por la senda del Cañón" lo que considera "algo inigualable", al igual que el trayecto hasta allí, "de 10 horas de coche, absorbidas por los paisajes áridos y desérticos de Arizona, tantas veces vistos en las películas americanas. Otro dia mas, en otro viaje de sueños".

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