“Yo pongo el postre”. Con este singular ofrecimiento publicado en sus perfiles sociales, el alcalde de Xirivella se presta a acudir a las casas del vecindario para compartir en torno a una mesa ideas y opiniones sobre el municipio. “Tengo muy aprendido que la mejor forma de tomarle el pulso al pueblo es pisar la calle y entablar un diálogo cercano con la población, sin temas prohibidos y sin esconderme de nada”, asegura Michel Montaner.

Montaner, que en las elecciones del año próximo aspira a su tercer mandato consecutivo, adjunta en su publicación en redes un número de teléfono y un correo para concertar las cenas. “En realidad no espero grandes agasajos ni mesas surtidas, soy más bien de cenas frugales”, aclara el munícipe. “Lo que yo quiero es que la gente me hable en su casa con total confianza, escuchar y explicar las cosas en primera persona porque detecto que la gestión municipal no siempre llega con claridad a los hogares”, añade. Montaner y su equipo aprovecharán los asuntos tratados con el vecindario para fijar prioridades en el programa de gobierno.