Abrazo de Benedicto XVI con el arzobispo ortodoxo crisóstomos II. El Papa llegó ayer a Chipre, donde abogó por la unidad de los cristianos ante la Iglesia ortodoxa local y llamó a los musulmanes "nuestros hermanos" . Su primer acto en Chipre fue una ceremonia ecuménica en la Iglesia de la Santísima Virgen en Pafos, al oeste de la isla, la zona donde predicó Pablo. Allí fue recibido por el jefe de la Iglesia ortodoxa chipriota, el arzobispo Crisóstomos II y ambos se fundieron en un abrazo. En los días previos a la visita, cinco de los 17 miembros se mostraron contrarios a la estancia del Papa, al que acusaron de "hereje" y ayer algunos ortodoxos pitaron la llegada del Pontífice.