El mandatario libio, Muamar Gadafi, no abandonará el país, aunque se intensifiquen las manifestaciones en su contra, ya que su pretensión es morir en "suelo libio", según han informado fuentes familiares al diario árabe-londinense 'Asharq al Awsat'.

"Todos tenemos la intención de morir en suelo libio", dijo uno de los informantes, al tiempo que confirmó al rotativo que los miembros de la familia gobernante que viven en el extranjero volvieron al país el pasado jueves por orden de Gadafi.

En referencia a la situación en Al Bayda (este), las fuentes apuntaron que la situación es "insostenible" ya que grupos de milicianos han tomado las calles de la ciudad, tras asaltar una prisión y cercar a la Legión 36, el batallón del Ejército liderado por el hijo menor del dirigente, Khamis.

Al parecer, este cuerpo está integrado por miembros de la etnia tabu, con la tez más morena que la del resto de libios, por lo que los milicianos les confundieron con mercenarios africanos al servicio del Gobierno para reprimir las revueltas. "Les han matado y han mutilado sus cuerpos", relataron los familiares.

"Están matando a todo el que se encuentra en su camino, incluidos los opositores al régimen", aseveró una de las fuentes, al tiempo que apuntó que "desde el primer día las manifestaciones en Al Bayda no están siendo pacíficas como en el resto del país", ya que ha habido ataques contra comisarías y varios edificios gubernamentales.

En este contexto, la familia admitió que los militares han perdido el control de la ciudad, aunque rechazaron que Gadafi vaya a enviar fuerzas especiales para revertir la situación. "Esto dejaría nuevas víctimas y eso es lo último que él quiere", afirmó.

En esta línea, las fuentes desmintieron las informaciones que apuntan a que el mandatario está dirigiendo la represión de las protestas. "Simplemente, algunos de sus simpatizantes han acudido a verle al mando central y él ha acudido a agradecérselo, eso es todo", indicaron.