Estados Unidos no notificó a Paquistán ni a ninguno de sus aliados la información sobre el paradero del líder de Al Qaeda, antes de desarrollar la operación militar que acabó con su vida en la localidad de Abbottabad, a unos 50 kilómetros al norte de Islamabad, según informaron fuentes de Defensa estadounidenses. "Fue una operación unilateral estadounidense. No notificamos nada con antelación a nuestros socios antiterroristas", afirmó un responsable de Defensa norteamericano.

Un responsable de la Inteligencia estadounidense ha explicado, también bajo la condición del anonimato, que no hay indicios de que las autoridades paquistaníes supieran que Bin Laden estaba residiendo en la mansión de Abottabad. La presencia o no de Bin Laden y sus seguidores en suelo paquistaní fue siempre, no obstante, uno de los principales focos de tensión entre los gobiernos de Pakistán y Estados Unidos, especialmente tras la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. En su primera visita a Pakistán como secretaria de Estado, en julio pasado, Hillary Clinton situó a Bin Laden y al líder de los talibanes afganos, el mulá Omar, en territorio paquistaní, lo cual fue inmediatamente desmentido por Islamabad.

Tras la caída del régimen talibán en Kabul a finales de 2001, Osama bin Laden tuvo que huir hasta las áreas tribales de Paquistán, donde el apoyo inicial que le brindaron varias facciones locales fue decreciendo con el paso de los años. "A pesar de que mantenía su aura de héroe y de ser una inspiración ideológica, para algunos grupos Bin Laden se había convertido en una carga y cada vez tenía menos respaldo", dijo a Efe el director del Instituto paquistaní de Estudios de Paz, Amir Rana.

Bin Laden, miembro de una acaudalada familia saudí, aprovechó al principio su potencial financiero para apoyar a los grupos insurgentes en la convulsa frontera afgano-paquistaní, lo cual fue determinante para que lo recibieran con los brazos abiertos. "En los últimos años ese apoyo económico de Bin Laden había disminuido y posiblemente eso ayudó a que el apoyo de los grupos talibanes y otros militantes también decayera", justificó Rana. "En los últimos años ha habido muchas especulaciones sobre su paradero, pero se sabe que recibió desde su llegada a Paquistán apoyo de grupos tribales y facciones talibanes", recordó.

Los analistas coinciden en pensar que Al Qaeda contaba con apoyo en algunos sectores paquistaníes, especialmente en las complejas áreas tribales, pero más tarde también surgieron brechas entre los talibanes afganos y los movimientos insurgentes autóctonos. Esa división se intensificó con la creación de los talibanes paquistaníes, cuya agenda difería de sus compañeros afganos y de la propia Al Qaeda, más preocupada por dar a su lucha contra Estados Unidos una dimensión más global.