Estados Unidos y Japón han cerrado la negociación de un nuevo acuerdo comercial que permitirá aumentar la exportaciones agrícolas estadounidenses al país asiático, anunciaron este domingo el presidente Donald Trump y el primer ministro Shinzo Abe.

El acuerdo permitirá aumentar las exportaciones agrícolas y ganaderas, pero también en otros sectores, por valor de "miles de millones de dólares", afirmó Trump en las segundas declaraciones a la prensa que realizó hoy junto con Abe.

Ambos dirigentes indicaron que todavía quedan algunos detalles que afinar para el texto final, que debería poder firmarse el mes próximo durante la celebración en Nueva York de la Asamblea General de Naciones Unidas.

El acuerdo se centra en tres capítulos: agroalimentario, industrial y comercio digital.

Después de que las represalias chinas por la guerra comercial lanzada por Trump hayan afectado en buena parte a las exportaciones agroalimentarias estadounidenses, el presidente se centró en destacar las ventajas para este sector del principio de acuerdo alcanzado con Japón.

En concreto, detalló que Japón comprará maíz estadounidense por valor de "cientos de millones de dólares", después de que China no cumplió sus compromisos de comprar ese producto en EE.UU., aunque resaltó que se abrirán mercados por valor de hasta 7.000 millones de dólares en otras exportaciones estadounidenses.

Se trata de "muy buenas noticias para nuestros agricultores y ganaderos, señaló por su parte el Representante de Comercio Exterior, de EE.UU., Robert Lighthizer, quien concretó mayores ventajas, además del maíz, para carne de vacuno y porcino, trigo, lácteos, vino y etanol.

En concreto, señaló que Japón ya es el principal comprador de carne de vacuno estadounidense, por valor de 2.000 millones de dólares anuales, y que este acuerdo permitirá a EE.UU. competir en ese país frente a las exportaciones de países de la Unión Europea y del área del Pacífico.

Lighthizer añadió que el acuerdo evita el aumento de los aranceles estadounidenses a los automóviles japoneses.

Abe destacó que el acuerdo se ha cerrado tras "intensas negociaciones" y aseguró que tendrá "un inmenso impacto económico" en los dos países.

Pero el primer ministro japonés apuntó a que las mayores compras de maíz, y tal vez de otros productos, se deben a problemas en el campo japonés por las plagas, que han causado una situación de "emergencia" y la "necesidad de importar algunos productos agrícolas".

Esa declaración de Abe apunta a que algunas de esas compras por parte de Japón podrían ser solo temporales, un punto que no fue aclarado.

Para el ministro japonés de Política Económica y Fiscal, Toshimitsu Motegi, la conclusión de las negociaciones supone un "logro importante" y el objetivo es "completar el trabajo pendiente lo antes posible".