Salman Rushdie, el autor que tuvo que pasar años escondido y protegido después de que el ayatolá Jomeini de Irán emitiera una 'fatua' en 1989 urgiendo a su ejecución por considerar su novela ‘Los versos satánicos” blasfema y ofensiva hacia el islam, se encuentra en respiración asistida tras haber sido sometido a horas de cirugía después de haber sido apuñalado en el cuello y en el abdomen el viernes por la mañana en el escenario de un festival cultural en Nueva York.

"Las noticias no son buenas", ha asegurado Andrew Wylie, el agente del escritor, en un comunicado remitido a 'The New York Times' el viernes a última hora de la tarde, en el que ha explicado que el autor no puede hablar. "Salman probablemente perderá un ojo, los nervios de su brazo han sido cortados y tiene el hígado apuñalado y dañado", ha dicho.

La investigación

La policía estatal ha informado de que está trabajando con el FBI y la oficina local del sheriff para investigar el posible móvil del joven de 24 años detenido por el ataque, que ha sido identificado públicamente por las autoridades como Hadi Matar, de Nueva Jersey.

Según han relatado testigos que se encontraban en el auditorio de la Chautauqua Institution donde Rushdie iba a ofrecer una charla-conferencia y donde se produjo el ataque alrededor de las 11 de la mañana, Matar irrumpió en el escenario poco después de la presentación del escritor y se abalanzó sobre él, apuñalándole repetidamente. "Hicieron falta como cinco hombres para apartarlo y seguía apuñalando", ha dicho al 'Times' Linda Abrams, una de las asistentes al acto. "Estaba furioso, furioso. Fue intensamente fuerte y rápido".

El escritor recibió atención médica de emergencia, incluyendo de un doctor que se encontraba entre el público, y luego fue trasladado en helicóptero al hospital de Eire, en la vecina Pensilvania, donde pasó horas en el quirófano.

Salman Rushdie, en el suelo tras ser atacado. Reuters

La agresión a Rushdie se ha producido cuando iba a ofrecer una conferencia en el marco de las actividades de verano de la Chautauqua Institution, una organización cultural en el oeste de Nueva York. Concretamente, el escritor de 75 años nacido en India, un país donde también tuvo vetada la entrada durante años, iba a participar en una conversación que, según el programa anunciado, estaba centrada “en el papel de Estados Unidos como asilo para escritores y otros artistas en el exilio y como hogar para la libertad de expresión creativa”.

Sin controles de seguridad

Según asistentes a la conferencia citados por ‘The Washington Post’, no había controles de seguridad para acceder al anfiteatro, que tiene capacidad para 4.000 personas. “No sé por qué no estaba mejor protegido”, le ha dicho al rotativo Sam Peters, un joven de 19 años que explicó que había acudido sin estar familiarizado con la obra de Rushdie “para tratar de entender por qué la gente querría matar a alguien por lo que escribe”.

Acuchillado en el cuello el escritor Salman Rushdie durante una conferencia en Nueva York

Acuchillado en el cuello el escritor Salman Rushdie durante una conferencia en Nueva York Agencia ATLAS | Foto: EFE

Aunque el gobierno iraní dejó públicamente de apoyar la ‘fatua’ de Jomeini en 1998, esta no ha sido anulada. Una fundación religiosa iraní elevó en 2012 hasta los 3,3 millones de dólares la “recompensa” por el asesinato de Rushdie, que obtuvo también la ciudadanía estadounidense y en los últimos años se ha instalado en Nueva York y ha llevado una vida más relajada y pública y que entre sus obras tiene unas memorias sobre la persecución tituladas ‘Joseph Anton”, el pseudónimo que usó mientras estuvo escondido.

Conmoción y horror

El suceso ha desatado inmediatamente una ola de conmoción. El senador neoyorquino Chuck Schumer ha tildado lo ocurrido de “terrible” y ha asegurado que se trata de “un ataque a la libertad de expresión y de pensamiento”.

También el mundo literario ha reaccionado con consternación ante el ataque a Rushdie. En un comunicado de PEN America, la rama estadounidense de la organización que defiende la libertad de expresión de autores de todo el mundo y que Rushdie presidió, han mostrado “horror”.

“No podemos pensar en un incidente comparable de un ataque violento público a un autor durante un evento literario en Estados Unidos”, le ha dicho a ‘The New York Times’ la actual consejera delegada de PEN America, Suzanne Nossel, que ha explicado también que unas horas antes del ataque Rushdie le había enviado un correo electrónico pidiendo ayuda para escritores de Ucrania en peligro. “Salman Rushdie ha sido puesto en la diana por sus palabras durante décadas pero nunca ha dado un paso atrás ni ha flaqueado”, ha declarado Nossel. “Ha dedicado energía incansable a ayudar a otros vulnerables y amenazados”.

El portavoz del Consejo de Relaciones Islámico-Americanas, el mayor grupo de derechos civiles musulmán en EEUU, ha expresado inquietud por la posible demonización de los fieles de esa religión antes de que se conociera la identidad del agresor o su motivación para el ataque. “Los musulmanes estadounidenses, como todos los estadounidenses, condenamos cualquier violencia contra cualquiera en nuestra sociedad”, ha dicho según unas declaraciones recogidas por ‘The New York Times’.