El hackeo de 533 millones de usuarios de Facebook hizo temblar las redes este 3 de abril. Las empresas utilizan nuestros datos para idear anuncios personalizados. En los comienzos de la tecnología, también se producían robos de datos, pero el ‘big data’ ha terminado de romper las barreras de privacidad y nos rendimos a la globalización, entregándole lo que quiere. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos por proteger nuestra intimidad, tampoco nos empeñamos mucho en conservarla. Por ejemplo, Instagram stories es utilizado por 500 millones de personas al día, que comparten con el mundo durante 24 horas lo que han comido, con quién han estado o a dónde han viajado. Es oficial: la globalización es dueña del planeta y se alimenta de nosotros, que le damos de comer.