No hay más que salir a la calle para darse cuenta del gran número de adolescentes que fuman a día de hoy. Según el Ministerio de Sanidad, el 33 % de chicas y el 29% de chicos de entre 14 y 18 años son fumadores, y el 12% lo hace de manera diaria. Fumar conlleva una responsabilidad individual que los adolescentes no están preparados para asumir. Además, como ya sabemos el tabaco provoca un déficit de atención que deriva en que los adolescentes que fuman suelen tener peor rendimiento académico. Por lo tanto, ¿merece la pena fumar desde jóvenes?.