La Historia de los conflictos bélicos está plagada de pretextos para justificar lo infundado. La ausencia de argumentos racionales -y hasta emocionales- encaminados a la defensa de un enfrentamiento armado -entre dos o más países- siempre será la causa del rechazo producido en la sociedad en su conjunto. Únicamente los estadistas y los fabricantes de armamento se posicionan favorablemente por la guerra. La incapacidad para alcanzar el equilibrio de la población mundial -desorbitado en la actualidad- por medios pacíficos ha sido el motivo por el cual se suceden los antagonismos militares desde tiempos remotos hasta nuestros días presentes. Un cambio de mentalidad es necesario para darle un nuevo enfoque a las relaciones humanas y comerciales. Alberto Jesús Lereu Sanchis. Catarroja.