Va a ser hoy, sin duda. A las 20.00 h. el Llevant será de Primera. A cinco minutos del final la bombonera de Orriols atronará: «Som, som, som de Primera Divisió!», «Invasió, invasió», «Vamos mi Levante, vamos campeón». Habrá ola mexicana. Y éxtasis final. Y el Oviedo no podrá hacer nada por evitarlo. Los asturianos llegan a Valencia jugándose la promoción de ascenso, pero se enfrentan a un rival superior que no puede dejar escapar la oportunidad de volver a la élite en un estadio lleno hasta la bandera y poner así el broche de oro al «añito en el infierno».
Es cierto que el Llevant de las últimas jornadas es un once ramplón y timorato. No lo es menos que ha demostrado ser el mejor equipo de la categoría, capaz de jugar al fútbol con una solvencia incontestable. La motivación por ascender hoy, hará el resto. Y si fallaran las piernas, Orriols llevará en volandas a sus futbolistas.
Esta noche Valencia será granota y volverá a pasear orgullosa, en Primera, el alma blaugrana del decano. En la Alameda ondearán blaugranas y Senyeres envueltas en el azul metálico del cielo. A un paso del Camp de La Soletat, del Gimnàstic, y de la Gran pista de la Exposición de 1909, donde tuvo lugar la puesta de largo del fútbol valenciano, con el Llevant FC como protagonista. «La sang ens espenta, Valéncia rebenta, a Primera!», canta Xavier Copado. Y con él, todo el levantinismo. «A Primera!».
