nunca había visto que por la presidencia de la Federación Valenciana de Fútbol hubiera campaña electoral tan inesperada y sorprendente como la actual. Uno de los candidatos, el exjugador valencianista David Albelda, uno de nuestros grandes ejemplos futbolísticos, aspira a llegar al puesto en que no ha habido elecciones en 30 años con el mandato de Vicente Muñoz, a quien se le relacionó con la Operación Soule. A éste pretende sustituirle su secretario general durante cuatro años, su mano derecha, Salvador Gomar junior.
Albelda está en condiciones inferiores a su contrincante. Éste ha vivido en la casa y conoce todos los rincones. Puede presumir de que es un tío listo. Ha estado tocando la Soule y no ha salido dañado, aunque desde donde estaba lo conocía todo. Gomar es listo. Comenzó la campaña desde dentro de la casa, lo que le facilitó las primera medidas destinadas al clientelismo que es medida que capta votos. Las elecciones se ganan no sólo siendo los más inteligentes y honrados, sino también los más listos. Gomar tiene un jefe de campaña que le hace aparecer cada día en los medios. Ya no es secretario general porque un tío listo como él comprende que no hace fino mantenerse en el puesto cuando se buscan votos.
Él, en lugar de dimitir, ha optado por la excedencia, periodo que le garantiza la vuelta a la casa si no sale elegido. Es maniobra de sombrerazo. Si gana no tiene que pedir nada a nadie. Si pierde, puede reclamar la vuelta al puesto y con ello plantea al vencedor un trágala. La más fácil es el despido con la consiguiente indemnización que siempre es menor derrota si las urnas no le han sido favorables.
Viendo los antecedentes, supongo que Gomar tuvo que aceptar que en la casa se programara perversa ayuda al fútbol femenino. Del presupuesto de cinco millones de la Federación se dedicaron solo 17.000 euros a las mujeres y únicamente se adjudicaron 9.800. Debe ser esta circunstancia, que vivió tan de cerca, la que le ha hecho cambiar de opinión y promete apoyo al fútbol femenino que ha triunfado internacionalmente en varias categorías.
No he tenido ocasión de conocer a fondo las opiniones de Albelda, pero por lo que poco que me ha llegado, evidentemente, no es tan listo como Gomar. Albelda desea bajar el coste de las licencias y mejorar la sanidad mutual. La Federación no debería dejar que fuera un club como el Villarreal el que regalara desfibriladores entre los modestos. La vida de nuestro juveniles merece más atención. La muerte súbita es más que un concepto tenístico. Creo que Gomar, que es tipo listo, lo creo y lo afirmo, si gana no perderá el tiempo en brindis al sol y dedicará toda su atención al fomento de nuestro fútbol. Muy distinto a lo que ha conocido durante cuatro años.
Posdata. Es enternecedor que por artículos sobre este asunto me lleguen llamadas telefónicas casi pidiéndome explicaciones.
