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La agridulce venta de acciones

La agridulce venta de acciones

El proceso de venta de las 17.877 acciones de la Fundación ha sido un fracaso. Se han recaudado 915.165 euros, muy lejos de los 2,4 millones esperados, y se han colocado 6.779 acciones, un 38% de las previstas, pese al precio, muy por debajo del tasado. Algo ha fallado. O quizás el levantinismo es más frágil de lo que invita a pensar el estadio lleno domingo tras domingo.

El Llevant tiene 2.202 nuevos accionistas con lo que se alcanzan los 9.103. Ni su excelente salud económica, ni la mejor década deportiva de la historia, ni los ilusionantes proyectos de Natzaret y el Ciutat, ni siquiera los incentivos para los abonados han generado la suficiente ilusión, ni entre el levantinismo ni entre la sociedad valenciana como para agotar los títulos ofertados.

Ante este resultado cabe entender tres cosas. Una: que parte del levantinismo no confía en que aumentar el reparto accionarial contribuirá a un proceso real de democratización y a aumentar la fiscalización de sus gestores; dos: que los incentivos para renovar el pase eran insuficientes; tres: que el Llevant no es un proyecto atractivo para pequeños inversores (en la tercera fase cualquiera podía adquirir un máximo de 100 acciones).

No creo que ninguna de estas explicaciones sea válida: a más reparto, más democracia; los incentivos eran magníficos; y el Llevant es muy goloso. Por tanto me inclino a pensar que no se ha sabido (o no se ha querido) seducir a los potenciales compradores. Ni la Fundación ni el propio club (que es quien tiene capacidad de hacerlo) han apostado con firmeza por explicar a levantinistas y valencianos cómo de interesante era convertirse en copropietario del Llevant. Sin campaña de publicidad, se pasó de puntillas sobre el proceso de venta, con una alarmante falta de entusiasmo.

La Fundación mantendrá abierta la venta de acciones, aunque sin campaña y con los incentivos fuera de plazo será imposible mantener una venta constante.

En realidad 9.103 accionistas no está tan mal, teniendo en cuenta que un 60% de las acciones es de la Fundacion, dirán algunos. En Primera, la Real tiene unos 15.000, con una envidiable horizontalidad. Cerca están el Betis (13.500) o el Eibar (11.500), aunque la inmensa mayoría de clubes están controlados por un accionista mayoritario, que llega a alcanzar, en el caso del Espanyol, hasta un 99,25%: Mallorca, Granada, Valladolid, Atlético, Valencia, Villarreal, Alavés, Celta, Getafe o Leganés. El Sevilla, por su parte, se encuentra inmerso en un proceso que podría acabar con el club en manos de un grupo extranjero. No cuentan Barça, Athletic, Madrid y Osasuna, que no son SAD. No, no está tan mal, pero podría haber sido mucho mejor. No costaba tanto mostrar una apuesta firme por conseguirlo. El futuro del Llevant bien lo merecía.

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