El restaurante de la Ermita del Remedio de Chelva busca un nuevo gestor o gestora. Este establecimiento con vistas panorámicas sobre La Serranía y sobre València cambia de manos y se espera que la nueva gerencia asuma también el servicio de hospedaje que durante la última época ha permanecido cerrado.

La propiedad forma parte de los bienes de la Parroquia de Chelva, entidad que gestiona las ermitas de la capital serrana. Los últimos inquilinos que han regentado este restaurante cesaron su contrato en septiembre por motivos personales, cuatro meses antes de que venciera el plazo de explotación en enero de 2022.

«Quisimos hacer un traspaso porque el restaurante funciona de maravilla», asegura Loles, la anterior persona encargada de este establecimiento. De hecho, cuando comenzó a correr la voz de que dejarían el negocio, no fueron pocos los interesados e interesadas en acercarse a preguntarle a ella y su marido para continuar con el servicio que ellos habían gestionado durante seis años, cuando lo asumieron prácticamente desde cero. Ahora ya está consolidado y se ha convertido en una referencia en la comarca así como para todos los excursionistas que cada fin de semana llegan hasta el Pico del Remedio o a cualquiera de las rutas de Chelva y Calles, incluido Peña Cortada.

Al menos una decena de personas se mostraron proactivas para asumir la licencia y el servicio, pero la Iglesia Parroquial no dio señales entonces de poner en marcha el proceso de selección, a la espera de analizar qué se quería hacer con este inmueble.

Nuevos servicios

Según ha podido saber este diario, la espera ha tenido que ver con la decisión de reactivar las habitaciones que el edificio tiene en la primera y segunda planta y ofrecer el servicio de hospedaje.

Se necesitará, eso sí, una pequeña reforma para acondicionar las estancias y dejarlas a punto para su uso tras tantos años sin utilizarlas, pero las fuentes consultadas aseguraron a Levante-EMV que se trata de una obra «menor» y «asumible». En cualquier caso, a la persona que se quedara con la licencia se le concedería un periodo de carencia para que sea más fácil realizar esta inversión.

Así, la parroquia organizó el martes una reunión con las personas que formalmente habían mostrado su interés en gestionarlo. Se anunció en los pueblos vecinos como Tuéjar, Calles, Chulilla y Benagéber para que los residentes de allí supieran que el establecimiento está vacante y en búsqueda activa de gerente.

A los que asistieron se les enviará por correo una carta con todas las condiciones que se trataron en ese encuentro. Entre ellas se encuentra el deseo de la Iglesia de abrir las habitaciones y si no hubiera nadie con capacidad de abordar este servicio, aceptarían que se mantuviera solo la hostelería como se ha hecho hasta ahora.

Los plazos para la nueva apertura no se dilatarán mucho y esperan poder estar en funcionamiento de nuevo a partir de enero.