La noticia de que Ayora se había quedado sin carteros no ha pillado por sorpresa a ningún sindicato con representación en Correos. Lo han ido advirtiendo en los últimos tiempos: La "degradación" del servicio postal no ha hecho más que aumentar, una circunstancia que se ha agravado todavía más en los entornos rurales. UGT, CCOO, CGT y el Sindicato Libre de Correos coinciden que, aunque habitual, el caso de Ayora es especial y el que mejor visibiliza lo que ha pasado, ya que la falta de reposición de profesionales ha llevado a no tener servicio en la capital comarcal con 5.400 habitantes.

En UGT, el secretario del Sector Postal, Miguel Ángel Ramírez Milán, asegura que esta circunstancia se repite en el resto de comarcas rurales: Los Serranos, el Ricón de Ademuz o la Hoya de Buñol son algunas comarcas valencianas donde no se cubren bajas hasta que se llega a tener la plantilla al 60 %. "Hay constancia de la situación que se vive en Ayora, había tres carteros urbanos y una ramificación de carteros rurales que son cuatro, y ha habido momentos donde solo había uno de cada para toda la comarca", señala Ramírez.

En este sentido, el representante de UGT asegura que podría contratarse próximamente a una persona para reforzar el servicio de Ayora, que sí que mantiene la oficina técnica en la plaza Valle de Ayora. Además, apunta a que hay un elevado porcentaje de trabajadores y trabajadoras que solicitan su baja por ansiedad, derivada precisamente "de tener que asumir más trabajo, como abarcar un pueblo entero o dar servicio a otro municipio vecino".

Además, como explican en el Sindicato Libre de Correos, esto tiene otra consecuencia directa, ya que la siniestralidad también aumenta. Según explican, la sobrecarga de trabajo al no cubrir bajas, vacaciones o jubilaciones lleva a tener que abarcar más terreno a los repartidores, que en el caso del entorno rural deben aumentar su radio de acción a pueblos vecinos. Si se quiere cumplir el horario, "la gente va más deprisa por las carreteras", lo que eleva el riesgo de sufrir un accidente. "Lo mismo sucede si es un cartero urbano, tienes más calles a las que llegar en el mismo tiempo de jornada laboral", señalan fuentes del sindicato.

Mientras, en CCOO-PV, el delegado de Correos, Josevi Pascual, explica que el problema de Ayora no es único, "aunque sí el más evidente", y recuerda desde el sindicato que la entidad pública de servicio postal tiene la obligación por ley "de dar servicio a todos los pueblos durante los cinco días de la semana". De hecho, Pascual señala que el caso de Ayora ayuda a visibilizar una problemática que se repite en todo el interior, pero también en zonas urbanas con una elevada tasa de residentes. "La gran mayoría de poblaciones tiene mermado el número de trabajadores incluso se llega a un - 50% de los mismos, e incluso muchos de los pueblos con servicio rural hay días que no tienen servicio de correos ni reparto ni admisión", señala Pascual.

"No se cubren bajas, ni vacaciones, ni los días que falta gente por asuntos propios y te plantas en situaciones como que en Paterna, de 30 profesionales, solo están trabajando 13", lamenta Eros Valero, el secretario de Organización de CGT València. En las zonas rurales, más de lo mismo, donde se viven "situaciones insostenibles" para los trabajadores por la elevada presión y no solo eso, "sino que la ciudadanía recibe un mal servicio", como se quejaban en Ayora donde las citas médicas llegan a las viviendas cuando ya han vencido y lo mismo con las citaciones judiciales.

Valero reconoce que el volumen de cartas ha disminuido en los últimos años pero por contra ha aumentado muchísimo la paquetería, aunque en las zonas rurales se siguen moviendo mucho las cartas debido a las personas mayores que siguen viviendo allí.